El padre Arocha junto a algunos evangelizadores. (Foto cortesía).

Para el padre Antonio Arocha, párroco de La Candelaria, el centenario jubilar de la creación canónica de la diócesis de Valencia, coincide con los 100 años que tiene la iglesia católica, llevando el evangelio a los colegios de la ciudad.

El sacerdote sostiene que la tarea evangelizadora en ambientes escolares, ha sido siempre una preocupación de la Iglesia, y el mayor testimonio se puede apreciar con las congregaciones religiosas que hicieron presencia en la zona, inclusive antes de crear la diócesis, tales como el Colegio de Lourdes y el Don Bosco, entre otros.

Estas instituciones dejaron huellas imborrables de la educación religiosa en varias generaciones de valencianos.

En su opinión, una nueva etapa y de particular relevancia pastoral, comienza con la elevación a arquidiocesis. El impulso de monseñor Luis Eduardo Henríquez Jiménez, primer arzobispo, a la catequesis presacramental en los colegios, no solo de corte católico.

Además la promoción de los colegios parroquiales se convertirían en el preludio de lo que vendría después, que se podría llamar la época de oro, en estos cien años, de la Educación Religiosa Escolar.

El padre Arocha destacó el incansable trabajo en el ámbito de la educación de varios sacerdotes del clero valenciano, entre ellos monseñor Eleazar Aguilar.

“No podemos dejar de mencionar la hermosa y efectiva labor educativa de los Colegios de Fe y Alegría, las distintas congregaciones de religiosas, los hermanos Lasallistas, Hogares Crea, el Opus Dei y varios colegios privados de Valencia”.

Subrayó que brilla en estos cien años en ámbito educativo religioso, la labor del entonces segundo arzobispo, monseñor Jorge Urosa.

Manifestó que con el lanzamiento de un plan pastoral evangelizador, monseñor Urosa puso entre las urgencias de la época, la catequesis en las estructuras y sistemas escolares.

Afirmaba que el espacio y el momento más adecuado para la catequesis, inclusive la de iniciación es la escuela.

Esa estrategia, propia de la época de la cristiandad, le funcionó bien, a tal punto de lograr convenios con el gobierno regional y con algunos municipios.

La Iglesia valenciana se convertiría por más de diez años modelo para toda Venezuela, en programas de Educación Religiosa Escolar. Más de una veintena de maestros eran pagados por el gobierno, pero a la disposición de la Arquidiócesis de Valencia, para supervisar las clases de educación religiosa en muchísimos colegios públicos del estado.

En ese tiempo destacó lo los brazos ejecutores de monseñor Urosa, comenzando por monseñor José Valero, y los sucesores en la dirección del departamento de Educación Religiosa en la Arquidiócesis de Valencia, los presbíteros Alberto Márquez y Arturo Uzcategui. L gran colaboración de los educadores José Gregorio Andrade y Constantino Noé.

Dijo que en esta última etapa, marcada profundamente por el postcristianismo, el laicismo en la educación y más aún en Venezuela, bajo regímenes dictatoriales, se ha convertido cuesta arriba la educación religiosa escolar. “Es una lástima que en algunos casos hasta perseguida ha sido”.

Apuntó que la evangelización en los colegios no se ha detenido, y aunque oficialmente no hay leyes que la promuevan, no han podido quitarle esta misión, a los muchos maestros que aún siguen enseñando a sus alumnos a rezar y a conocer los valores del Evangelio.

“Nuestro arzobispo monseñor Reinaldo Del Prette, sigue apoyando el trabajo que lleva adelante la Pastoral Educativa, con la esperanza que vendrán tiempos mejores”.

 

con nota de prensa

 




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