Más de 100 supuestos insurgentes murieron en operaciones antiterroristas desde el ataque suicida contra un templo sufí que acabó con la vida de 80 personas, afirmó este viernes el Ejército paquistaní
Un comunicado indicó que las operaciones comenzaron en la noche por orden del jefe del Ejército, Javed Bajwa, y que continúan en marcha. Agregó, que confiscaron cantidades «considerables» de armamento.
Señaló que refugios insurgentes en la frontera afgano-paquistaní han sido objetivos del operativo, pero no ofreció más detalles acerca de dónde se llevaron a cabo las operaciones o quiénes son los muertos.
Bajwa recordó que la frontera con Afganistán se encuentra cerrada desde este jueves y que las fuerzas de seguridad tienen «órdenes especiales» para vigilarla y no dejar pasar a nadie.
Un Kamikaze hizo explotar bombas que portaba en el templo sufí Lal Shahbaz Qalandar, en la provincia meridional de Sindh, cuando un gran número de fieles celebraba una ceremonia religiosa.
La matanza fue reivindicada por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), que ya en el pasado asumió acciones terroristas en territorio paquistaní.
El de este jueves fue el sexto ataque de esta semana en Pakistán, en un repunte de la violencia que se produce tras una gran disminución de los ataques desde que a inicios de 2014 las autoridades lanzaran una operación militar en las zonas tribales, que continúa en la actualidad, y que había envuelto al país en cierto optimismo tras una década de continuos atentados.