La marcha opositora de 11 de abril de 2002, (Foto Archivo)

Para el diputado a la Asamblea Nacional por Carabobo Ángel Álvarez, el 11 de abril de 2002 se inició en Venezuela una de las etapas más oscuras de los últimos 500 años.

En su opinión, esto ocurrió como consecuencia de la arbitrariedad, ilegalidad y de violaciones constantes a la Constitución, que generó que los ciudadanos, ejerciendo sus derechos cívicos, fueran testigos y víctimas de una de las jornadas más crueles y sangrientas de la historia.

El parlamentario apuntó que esas fueron las causas, porque las consecuencias fueron aún más dramáticas, por cuanto se inició una cruel persecución y un proceso de discriminación, mediante listas, en medio de una polarización extrema y de la violación de los derechos humanos y políticos de todos los ciudadanos.

Crudo y doloroso 11 de abril

Álvarez precisó que todas esas aberraciones constituyen hechos que quedan para el país, en la memoria de una cruda y dolorosa jornada. Esa jornada tuvo consecuencias posteriores, porque en principio se habló de una renuncia voluntaria del presidente Chávez, pero éste fue retornado al poder más tarde.

A su modo de ver, no hubo coordinación militar, hubo excesos por parte efectivos de la Fuerza Armada, se presentaron hechos de violencia, como lo de los pistoleros de Puente Llaguno, entre otras cosas.

Fue como una crónica de una confusión y de una serie de ilegalidades, difícilmente vistas en nuestro país o en el mundo, mantiene el diputado.

Destrucción del aparato productivo

El diputado añadió que, como consecuencia de todo lo ocurrido ese día, en Venezuela se destruyó todo el aparato productivo, con las consecuencias posteriores que se han sufrido.

Toda esa tragedia que vivimos, viene a ser continuada por un régimen usurpador, que no tiene legitimidad interna ni externa, pero es la continuación del chavismo por parte de Nicolás Maduro, añadió Alvarez.

Alvarez precisó que toda esta etapa oscura que vivió el país, cargada de aberraciones y excesos, sirva como reflexión para que en Venezuela cese la polarización por razones económicas, políticas, étnicas o de cualquier tipo. Y para que, en el futuro, la Constitución sea respetada por todos los ciudadanos.

Sirva ese once de abril, donde se cometieron toda clase se aberraciones, para que en el país se erradique el centralismo, el militarismo, el mesianismo y todas las violaciones de los derechos humanos, tan condenables, agregó el parlamentario carabobeño.

La necesaria reflexión social

Los hechos del 11 de abril también deben servir, para que los venezolanos reflexione como sociedad, y nunca más vuelvan a suceder episodios tan trágicos, aberrantes y anticonstitucionales, afirmó Alvarez.

El gran desafío que tenemos es que, por medio de la unión nacional, el respeto a la Constitución y a la autonomía de poderes, y prevaleciendo siempre lo civil sobre lo militar, los venezolanos podamos recuperar la calidad de vida que merecemos, aseveró el diputado.

Angel Alvarez añadió que nunca más en Venezuela puede seguir existiendo una tiranía de agresión y violencia, que traigan estos episodios tan oscuros para la historia.

Venezuela nunca mereció tener un 11 de abril de 2002, como tampoco ha merecido vivir estos años que han sido los peores, de los últimos 500 años, afirmó.




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