Dayrí Blanco | @DayriBlanco07
Al otro lado del teléfono se escucha la voz siempre segura del exgobernador de Carabobo, Henrique Salas Romer. Sus palabras también denotaron certeza: “Antes que termine 2017 otro gallo cantará”. Para él, que el pueblo se mantenga en las calles será determinante para que en Venezuela el panorama político, económico y social comience a cambiar.
Fue insistente: “No se si en uno, dos o tres meses, pero el Gobierno está cerca de entregarse”. Lo dijo sin titubear, sin miedo, como, a su juicio, debe seguir manifestando la sociedad civil, aunque de manera inteligente, ante la agresiva y violenta represión de parte de organismos de seguridad que se pone en práctica “porque es la única manera de Nicolás Maduro de mantenerse en el poder, escondiéndose tras las armas”.
Salas Romer repudió que el país que hace tan solo 15 años se proyectaba en vías de desarrollo, hoy registre de las peores cifras del mundo en cuanto a inseguridad, pobreza y estabilidad política y económica. Todo como consecuencia de lo que definió como una promiscuidad entre la actividad pública y privada, causante de niveles impresionantes de corrupción.
ORGULLOSO DE CARABOBO
Desde la distancia en la que está por no tener pasaporte y haber sido excluido del Servicio Administrativo de Identificación Migración y Extranjería (Saime), el ex mandatario regional expresó emocionado sentirse orgulloso de Carabobo. Relató que por tradición los habitantes de la entidad, y en especial de Valencia, se habían caracterizados por ser pacíficos y apáticos ante las convocatorias de calle. “Nuestro estado está defiendo la libertad como históricamente lo ha hecho. Como pasó en 1821 con la Batalla de Carabobo. Se está gestando el fin de la dictadura en la que estamos”.
Los focos de violencia y represión que terminan en la región en detenciones arbitrarias que son abordadas por tribunales militares fueron repudiados por Salas Romer, quien es de la idea que la calle no debe enfriarse, y que en cualquier momento llegará la intervención internacional que se necesita. “Debe suceder como en la época de la Guerra Civil, cuando 14 naciones aliadas se sumaron al conflicto para encontrar una solución”.
AMELIACH RESPONSABLE
La memoria del ex gobernador no le falla. Recuerda rápidamente que en agosto de 1990 un funcionario de la Policía de Carabobo hirió de bala a un estudiante durante una protesta. Fue una acción que desencadenó decisiones importantes: “En un solo día destituí a 400 agentes”. Por eso no duda en señalar al mandatario actual Francisco Ameliach como responsable del asesinato, en manos de uniformados de la estatal, de Daniel Quéliz y Christian Ochoa durante manifestaciones.
Las críticas a la gestión de Ameliach no faltaron. “Yo nunca he tenido problemas con él, pero debo decir que las cosas no las ha hecho bien”. Citó el caso de la Maternidad del Sur, lugar donde se atendía entre 70% y 80% de los partos en la región y que hoy no tiene equipos, insumos, condiciones de higiene y salubridad ni aire acondicionado.
POR UN GOBIERNO DE TRANSICIÓN
Contrario a lo que la mayoría de los dirigentes políticos de oposición, Salas Romer no aboga por la celebración de elecciones en este momento. “No hay que soñar con eso”. Su propuesta es la instauración de un gobierno de transición. “Porque sea quien llegue a la presidencia no va a resolver los problemas en seis meses. La gente tiene hambre y le va a reclamar que le solucione esa crisis. Y hay que entender que Venezuela está como un paciente que sufre politraumatismos severos y requiere de atenciones especiales para recuperarse”.
