El segundo lugar alcanzado en el Mundial Sub-20 fue la gesta más destacada del año 2017./Foto: Prensa Vinotinto Sub-20

A la espera de un final feliz, la Vinotinto culminó su paso por Corea con sensación negativa por la derrota, pero con la satisfacción de enorgullecer a todo un país. Inglaterra ganó la final del Mundial Sub-20 1-0 con gol de Calvert Lewin en el minuto 35. Peñaranda tuvo en su pie derecho un penal para empatarlo cuando quedaban 15′, Woodman lo detuvo y salvó a su equipo. Los ingleses eran un potente físico que a cualquier rival sin convicción, le hacían más de tres. Venezuela aguantó el partido y por momentos terminó siendo superior con más corazón que piernas.

El reflejo de quienes estaban frente al televisor en cada rincón del país era el partido en los primeros 10 minutos. Venezuela salió con intensidad e ímpetu a presionar a Inglaterra, como si sintieran el fervor de todos los ciudadanos que desde sus hogares empujaban desde el arranque.

El conjunto europeo fue creciendo y se sacó la insistencia criolla de los primeros minutos. Onomah tomó la esférica y comenzó a circular para profundizar por las bandas, donde su equipo era un vendaval que llevaba a la Vinotinto a un esfuerzo superlativo en lo físico con el objetivo de poder mantener el orden defensivo.

Los ingleses avisaron en el minuto 11 con un remate flojo que sin problemas Wuilker pudo controlar. La oncena nacional intentó en distintas ocasiones desde fuera del área sin fortuna alguna. El ataque contrario se fue tornando más serio, en el 22′ Lookman recibió en tres cuartos de cancha, se perfiló de derecha y otra vez, el guardián del arco venezolano y merecedor de las expresiones de desahogo del aficionado, voló para mandar la esférica al tiro de esquina.

Un minuto después respondió el dueño de la pelota detenida en el equipo de Dudamel. Ronaldo Lucena cobró una falta desde la mitad de la cancha directo al arco al ver que Woodman estaba adelantado. La trayectoria de la esférica en tiempo real parecía cámara lenta, el toque caprichoso que tiene el deporte llevó el balón al poste izquierdo y evitó que retumbara cada sala de la nación con el grito de gol.

El lamento llegó a través de la pelota detenida. Inglaterra cobró desde la mitad balón frontal para Calvert Lewin, quien ganó en primera instancia a William Velasquez, el balón le quedó en el área, remató de derecha, pero la mano salvadora de Fariñez evitó el gol, en el rebote, pese al esfuerzo del meta del Caracas y de su ligero toque, la pelota terminó por internarse en las redes.

El vértigo de los jugadores del viejo continente hacía estragos en la zaga criolla. Antes de finalizar el primer tiempo, una pelota filtrada para Lewin llevó al golero nacional a salir duro abajo para evitar el 0-2. Con la ventaja parcial el compromiso se fue al descanso.

Venezuela salió con carácter en la segunda mitad, también con la pasión y convicción de ganar una Copa del Mundo. Herrera y Lucena le quitaron el dominio de la medular a Inglaterra y ganaron pelotas paradas alrededor del área. Yangel estuvo cerca por arriba, pero Woodman se encontró bien posicionado.

Yeferson Soteldo entró como alternativa por un obrero como Ronaldo Chacón. Y la magia llegó al partido, Venezuela se volcó en ataque desde el 50′ con el ingreso del pequeño habilidoso. Apenas al minuto de haber ingresado, el 10 recibió en la mitad, giró para quitarse la marca de Onomah y filtró pase para Sergio Cordova, quien en el mano a mano intentó definir por debajo de las piernas del guardameta, pero el inglés pudo detener.

Onomah era el mejor por la visita. El volante del Tottenham recorrió con espacios la zona medular y remató de derecha, Fariñez y todos los venezolanos que a esa hora estaban viendo el compromiso miraron la trayectoria hasta que se estrellara en el travesaño.

Samuel Sosa se unió al juego por Sergio Cordova y le dio aún más dinámica al combinado patrio. Las ganas de la Vinotinto superaron el orden inglés y terminaron atacando el arco rival. Cuando el reloj marcó la fracción 73′, el zurdo que la clavó en el ángulo contra Uruguay metió un pase en profundidad con la cara externa de su pie hábil para que Peñaranda se internara en el área y fuera derribado, por lo cual el juez principal no dudo en sentenciar la falta. Adalberto tomó la esférica con el empuje a distancia de todo un país, el atacante del Malaga le pegó al medio y potente pero el arquero pudo detener con mano izquierda, el rebote salió al costado derecho, donde el siete criollo intentó llegar y rematar, pero la defensa de Inglaterra cerró los espacios.

Se dijo. Los dirigidos por Dudamel eran más corazón que piernas. El empuje y la entrega por la camiseta hacían olvidar el desgaste físico al cual exigió el rival. Sosa- Hernández por derecha, Peña-José Hernández por izquierda y Soteldo junto con Peñaranda iban por el medio para buscar hasta con seis elementos el gol del empate. Yangel Herrera también se soltó y pisó el área, Fariñez se unió en par de córners sobre el final y Lucena evitó el 2-0 en múltiples ocasiones con las coberturas defensivas.

96 minutos cumplidos y el árbitro sentenció el final del compromiso, que a pesar de no tener resultados positivos para la selección nacional, llena de inmenso orgullo a todo el entorno del equipo por el extraordinario mundial que se disputó y por el despliegue realizado en la final.




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