Guaros de Lara completó su primera tarea. Por segunda noche corrida, la profundidad de su plantilla se puso de manifiesto sobre el tabloncillo para que los barquisimetanos volvieran a vencer a Marinos de Anzoátegui por 99 a 85 para barrer en el Domo Bolivariano y tomar ventaja de 2-0 en la final de la Liga Profesional de Baloncesto.
La noche del martes no hubo una figura indiscutida, más bien fue un colectivo el que funcionó a la perfección durante los 40 minutos y que, contrario al primero de la serie, salvo contados lapsos de tiempo tuvo claro dominio de las acciones y no dejó espacio para rebeliones.
José Vargas terminó como el mejor por Guaros con 17 tantos, aunque tuvo buena ayuda de Gregory Echenique, Heissler Guillent viniendo desde el banco y Lazar Hayward, todos con 16 unidades.
Notable lo realizado por Guillent, quien pese a venir del banco fue determinante al tener que suplir durante gran parte del cotejo a Nate Robinson (anidó solo tres tantos por problemas de faltas y molestias físicas). El caraqueño mostró su acostumbrada habilidad para mover los hilos conductores con seis asistencias, amén de ser un verdugo en el perímetro anotando cuatro de los 13 triples efectivos por los del patio.
Todos los activos de la nómina crepuscular entraron en acción y solo tres faltaron por hacerse presente en el casillero de anotación.
Esa labor redonda del club fue alabada por el argentino Guillermo Vecchio tras el partido, «No quiero destacar el trabajo de alguien porque sería injusto, hoy fuimos equipo».
«Ajustamos, sobre todo en el aspecto defensivo. El equipo de relevo tuvo un gran nivel», agregó el estratega en declaraciones publicadas en la cuenta oficial twitter de Guaros.
A diferencia del lunes, los larenses mostraron un mejor funcionamiento en lo grupal (23 asistencias en total) y por ende un ataque más balanceado que no permitió a Marinos nunca poder adaptarse a su ritmo. En una primera mitad, los de casa se lucieron en ofensiva apelando a los disparos de media y larga distancia pero luego en la siguiente mitad, se decantaron por arrollar con jugadas bajo el tablero.
Luego de irse al descanso arriba 48-42, los de casa en esta ocasión fueron los que mandaron en el tercer periodo para poner tierra de por medio ganándolo 23-15 y luego poder manejar su ventaja. Dicho parcial fue el mejor ejemplo de dominio en ataque con siete tantos para Hayward, cinco de Vargas y otros seis de Echenique. Todo se resumió a una andanada de canastos de todos los calibres que en cierta forma le bajó los brazos a su contrario.
Ya en el último periodo, el choque tuvo mucho contacto físico entre los jugadores y en esa dinámica, Guaros aprovechó el aliento de su público para que los orientales por más que lo intentaron (llegaron a ponerse a seis tantos), siempre consiguieron respuesta de los locales que ya tuvieron unos minutos finales mucho más calmados que el día anterior.
Al concretar su noveno triunfo al hilo en la presente postemporada, ahora Guaros quedó en excelente posición para lograr esa esquiva corona. Los occidentales tratarán de definir la instancia final a partir del próximo viernes cuando la acción se reanude en el «Luis Ramos» de Puerto La Cruz. En el peor de los casos, al menos ya aseguraron que la serie pueda regresar a Barquisimeto.
Pese tener dos laureles en el bolsillo, el técnico Vecchio no se confía y espera que se vivan partidos de mucha intensidad, «Espero que el Luis Ramos esté a reventar, eso le hace bien al baloncesto venezolano, a la Liga. Respeto a Puerto La Cruz, ellos van a defender su casa, eso es lo real, yo dije que esto sería una serie larga».
Por el lado del «Acorazado», Gregory Vargas y el foráneo Michael Hicks fueron los mejores con 22 positivos cada uno. Chris Massie terminó con 18.
BREVES
** Luis Bethelmy disputó su partido número 45 en final, superando a Cruz Lairet (44), e igualando en la octava posición de todos los tiempos a Allison García.
** Guaros igualó su marca de más puntos en una final (99 vs Trotamundos de Carabobo, el 02-06-2006).
** Guillermo Vecchio mejoró su registro a 20-3 desde su llegada al banquillo de los crepusculares.
