La denominación Gas Licuado de Petróleo (GLP) se refiere a las características y cualidades de los siguientes gases: propano, butano, propeno, buteno y sus mezclas. Y debe su denominación a que se pueden licuar a presiones bajas y en esta forma, se almacenan en cilindros, bombonas o tanques.
Así tenemos, que el GLP es un gas inflamable que puede originar mezclas explosivas con el aire o el oxígeno y la explosión puede ocurrir por acción hasta de pequeñas chispas, como las de fósforos o yesqueros o las de encendido o apagado de artefactos eléctricos.
En estado gaseoso, el GLP es más pesado que el aire y por eso tiende a acumularse en los espacios más bajos. Es incoloro y casi inodoro, lo que lo hace indetectable por el olfato humano. Sólo puede ser detectado si ha sido odorizado con Metil-mercaptano o Etil-mercaptano (Norma Covenin 904, de 1998).
De allí, la importancia de que este gas siempre sea sometido al proceso de odorización, como la más importante medida de seguridad para su uso.
Medidas de seguridad para el manejo del Gas Licuado de Petróleo en el hogar
- La cocina, o la habitación que sirva como tal, debe contar con ventilación suficiente, mediante ventanas o rejillas.
- Hay que evitar que los tubos flexibles de conexión de la bombona al aparato, queden expuestos directamente al calor de aquél.
- Sustituir los tubos de conexión, antes de que llegue la fecha de caducidad, impresa en ellos.
- Vigilar el color de la llama: ésta debe ser azul y recta. Una llama oscilante y amarillenta es señal de mala combustión.
- Comprobar el buen estado de las conexiones y cerrar la llave de paso de la cocina al dejar de usarla.
- En caso de tener que ausentarse varios días del hogar, cerrar la llave de paso general de la instalación de gas directo (natural)
- o de la bombona de GLP.
- Hacer revisar las instalaciones con la frecuencia recomendada: 5 años si son de GLP y 4 años si son de gas directo (natural).
- Si se siente olor a gas: no encender ni apagar luces o artefactos eléctricos. No tocar timbres. No encender ni fósforos ni yesqueros. Abrir las ventanas. Comprobar si el gas se escapa de un artefacto mal cerrado; si es así, ciérrelo bien. Si no se encuentra la causa del olor a gas, hacer revisar las instalaciones por un técnico autorizado de la compañía proveedora de este combustible.
- Encender de inmediato el gas que fluye en el punto de consumo, porque el retraso en el encendido siempre ocasiona una explosión.
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