Estados Unidos ordenó hoy la retirada de todo su personal no esencial en su embajada en Cuba, que supone más de la mitad de sus funcionarios allí, en respuesta a los ataques sufridos por al menos 21 estadounidenses destinados en la isla y cuyo responsable aún se desconoce.
La medida pretende minimizar el número de personal estadounidense con riesgo de quedar expuestos a los ataques, explicó un alto funcionario del Departamento de Estado, que pidió el anonimato.
Estados Unidos suspendió hoy indefinidamente la emisión de visados a cubanos desde su embajada en La Habana, y pidió a los estadounidenses que no viajen a Cuba, al asegurar que no puede garantizar su seguridad tras los ataques a su personal.
«Las operaciones rutinarias de visado se suspenden de forma indefinida» en la embajada estadounidense en La Habana, declaró a periodistas un alto funcionario del Departamento de Estado, que pidió el anonimato.
Por su parte, el secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, afirmó hoy que Estados Unidos seguirá trabajando con el Gobierno cubano en la investigación sobre los «ataques de naturaleza desconocida», sufridos por sus diplomáticos en La Habana.
«Cuba nos ha dicho que seguirá investigando estos ataques, y seguiremos cooperando con ellos en este esfuerzo», dijo Tillerson en un comunicado.
El Departamento de Estado emitió hoy una alerta de viaje en la que aconseja a sus ciudadanos no viajar a Cuba debido a los ataques a los diplomáticos, que les provocaron síntomas como «problemas en el oído y pérdida de audición, mareos, dolores de cabeza, fatiga, problemas cognitivos y dificultad para dormir».