Más allá de la expresión estética, perder un diente y no restaurarlo a tiempo, derivan secuelas neurológicas, psicológicas, musculoesqueléticas que pueden desmejorar nuestro calidad de vida, que van desde trastornos del sueño hasta pérdida del hueso mandibular y depresiones por no poder mostrar una sonrisa a todo dar.

Y lo más grave: Cuando hay una ausencia dental nuestro sistema nervioso detecta que hace falta algo en nuestra cavidad bucal y en momentos del sueño -en las primeras fases 1 y 2 (pre-rem, cuando el sistema nervioso se está adecuando a dormir) busca a contraer nuestra musculatura masticatoria (hipertonicidad), con la finalidad de apretar los dientes para comenzar a producir un rechinar (bruxismo), con la finalidad de adecuar como era la mordida antes, como una forma de responde que estaba antes en la boca. Se producirá desgaste de los dientes que pudiera hasta afectar la pulpa dental, explicó Giovanni Giron,

A nivel muscular, los músculos de nuestra cara van estar más hipertónicos, más rígidos, y el paciente empezará por experimentar dolores en la cervical, la columna y de los hombros, porque la persona pasa toda la noche «rechinando» su aparato bucodental.

También, por la pérdida de un diente, así sea la ubicación que haya tenido, podría producirse pérdida del hueso mandibular y además se modificará toda la mordida, porque ante la ausencia de una pieza, el resto de los dientes contiguos se irán desplazando hacia delante para buscar su pieza homóloga, perdiéndose hueso mandibular y ello podría causa aparición de una bolsa periodental.

Y si el diente que se pierde es de abajo, el de arriba por gravedad comenzará a descender buscando un contacto, lo cual expondrá la raíz y la surca del diente, teniéndose que extraer también.

Otras de las secuelas, tienen que ver con la aparición de las arrugas en las líneas de expresión facial, por lo que se tenderá a verse más longevo. Y lo otro, nos veremos siempre estresados, porque no se está durmiendo bien. Esto, por consiguiente, deriva en afectaciones sicológicas porque la persona tenderá a no querer sonreír por pena, y si se trata de niños podrían ser objetos de bullying.

Una prótesis fija o removible o implante dental, serían los procedimientos para restituir la pieza faltante. Pero, admitió el especialista que son costosas, sin embargo hay instituciones como la Universidad de Carabobo y la Antonio José Páez que realizan jornadas gratuitas para estas atenciones y así restituir el resto de la dentadura. En esta área, nuestro país está a la vanguardia en estas técnicas.

Pero, Giovanni Giron extendió sus recomendaciones a las personas a preservar sus dientes con una buena higiene bucal. Como además, acudir al odontólogo una vez al año. Y a la hora de implantes o prótesis, acudir al profesional de salud y no a técnicos dentales porque éste está preparado para elaborar el material más no para la revisión y seguimiento de la salud bucal.

Más recomendaciones, en la entrevista completa por nuestra página web www.el-carabobeno.com/salud o por nuestro canal youtube, conducido por Ana Isabel Laguna. Y si quieren contactar al especialista, pueden seguirlo a través de sus redes sociales: @odontosonrisaoficial.




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