El ibuprofeno, uno de los antiinflamatorios más utilizados, puede afectar a la salud reproductiva, disminuyendo la producción de testosterona y causando impotencia sexual si se toma en dosis importantes y durante un periodo prolongado, advirtió el Instituto Nacional de la Salud y de la Investigación Médica de Francia (INSERM) en un estudio publicado por la revista especializada Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Esta es la conclusión de un equipo de investigadores del INSERM, con apoyo de otros del hospital universitario de Rennes, del instituto LABERCA de Nantes y de colegas daneses, que trabajaron con una muestra de 31 jóvenes de 18 a 35 años deportistas, que recurren con mucha frecuencia a este medicamento, ya que se puede obtener sin receta.
El equipo investigador realizó el ensayo clínico aleatorio y controlado mediante un método estandarizado in vitro y explantes de testículos humanos adultos, tejidos vivos separados de su órgano propio y transferidos a un medio artificial de crecimiento.
Tomar de forma consecutiva dosis importantes de ibuprofeno (1.200 miligramos al día durante 6 semanas) causa en los hombres jóvenes “efectos perturbadores endocrinos severos que conducen a un estado llamado ‘hipogonadismo compensado'”, señaló el INSERM en un comunicado.
Los científicos demostraron que este analgésico provoca un estado de hipogonadismo compensado, un trastorno de las funciones del testículo prevalente entre los hombres de edad avanzada y asociado con desórdenes reproductivos.
Ese hipogonadismo compensado, que padecen de forma habitual en torno al 10% de los hombres de edad avanzada, “se asocia a un aumento de riesgos tanto para la salud reproductiva como para la salud en general”.
Cuando los participantes tomaron ibuprofeno, se elevaron los niveles de hormona hipofisaria, la cual tiene un papel clave en el control de la producción de testosterona.
Otras experiencias han permitido demostrar que el medicamento inhibe una hormona producida por las células de Sertoli -la inhibina B- que regula la hormona folículo-estimulante.
Los autores de este estudio explicaron que recurrieron a deportistas porque los atletas utilizan de forma masiva el ibuprofeno como automedicación o “por la presión de su entorno profesional”, ya que, entre otras cosas, no está prohibido por las reglas antidopaje.
El INSERM recordó que otros trabajos previos de sus investigadores ya habían puesto en evidencia “los efectos deletéreos potenciales de la aspirina y del paracetamol para el testículo adulto humano y del ibuprofeno para el desarrollo de los testículos durante la gestación”.