Los niños que son intoxicados por plomo tienen 7 veces más probabilidades de abandonar la escuela. Y las discapacidades de aprendizaje que pueden afectar a los niños que han sido envenenados con plomo incluyen: comportamiento violento y agresivo; retrasos del habla; Desorden de déficit de atención; hiperactividad; QI disminuido; problemas auditivos y de memoria, control motor y equilibrio reducidos.
y lo más probable que hayan sido contaminados por esta sustancia metal, durante el embarazo o porque desde pequeños habitan en zonas residenciales cercanas a empresas de elaboración de pinturas o de sustancias tóxicas, detalló la toxicóloga gladys Rojas, durante una entrevista en el programa Por Tu Salud, que se transmite de lunes a viernes, de 11:30 a 12:30 por El Carabobeño Radio.
El plomo es una sustancia tóxica que se acumula en el organismo afectando a diversos sistemas, con efectos especialmente dañinos en los niños de corta edad. Se distribuye por el organismo hasta alcanzar el cerebro, el hígado, los riñones y los huesos y se deposita en dientes y huesos, donde se va acumulando con el paso del tiempo. Para evaluar el grado de exposición humana, se suele medir la concentración de plomo en sangre.
Cuando está presente en los huesos, detalló la especialista, es liberado hacia la sangre durante el embarazo y se convierte en una fuente de exposición para el feto. Afecta la conducta de los niños, porque se aloja en la región del hipotálamo del cerebro, que regula la parte cognitiva, de las ideas y conductual. La exposición al plomo también puede causar anemia, hipertensión, disfunción renal, entre otras secuelas.
También, las personas adultas pueden verse expuestas al plomo en su puesto de trabajo o en su entorno, por la inhalación de partículas de plomo generadas por la combustión de materiales que contienen este metal (por ejemplo, durante actividades de fundición, reciclaje en condiciones no seguras o decapado de pintura con plomo, o al utilizar gasolina con plomo). la ingestión de polvo, agua o alimentos contaminados (por ejemplo, agua canalizada a través de tuberías de plomo o alimentos envasados en recipientes con esmalte de plomo o soldados con este metal).
Otra posible fuente de exposición al plomo es el uso de determinados productos cosméticos y medicamentos tradicionales.
Los niños de corta edad, entre los 4 a 7 años, son vulnerables porque, según la fuente de contaminación de que se trate, llegan a absorber una cantidad de plomo entre 4 y 5 veces mayor que los adultos.
Por si esto fuera poco, su curiosidad innata y la costumbre, propia de su edad, de llevarse cosas a la boca, los hace más propensos a chupar y tragar objetos que contienen plomo o que están recubiertos de este metal (por ejemplo, tierra o polvo contaminados o escamas de pintura con plomo). Esta vía de exposición es aún mayor en los niños con pica (ansia persistente y compulsiva de ingerir sustancias no comestibles), que pueden arrancar, y luego tragar, por ejemplo, escamas de pintura de las paredes, los marcos de las puertas o los muebles.
Otro dato revelador, que aportó la especialista, es que el plomo también puede venir en las pinturas, aun cuando están por debajo por muchos años en las estructuras.
También, la doctora Rojas se refirió a la intoxicación por alcohol, que algunas mujeres embarazadas pueden transmitir al feto. Se calcula que el consumo así sea de una cerveza, en 13 días, así sean en intervalos en un mes, causa efectos nocivos en el bebé.
Más información y recomendaciones de la entrevista con la doctora Rojas, por nuestra página web www.el-carabobeno.com/radio o por nuestro canal youtube. O también, pueden seguirla a través de sus redes sociales: @toxicologia_val.
