Cada 29 de junio se celebra el día contra la esclerodermia para conmemorar el aniversario del fallecimiento del pinto Paul Klee, quien padeció esta patología. Al menos unas 300 personas por cada millón de habitantes en el mundo la padecen y cada año aparecen entre 20 a 25 nuevos casos.
La esclerodermia, mejor conocida como esclerosis sistémica, significa piel dura. Es una enfermedad autoinmune que afecta sobre todo la piel, provocando que se ponga rígida y dura. Este desarrollo de fibrosis se produce cuando el tejido normal de un órgano se reemplaza por tejido fibroso y deja de funcionar adecuadamente.
Esta enfermedad ataca primero a los músculos y articulaciones, como también puede dañar otros órganos como el corazón, los pulmones, los riñones o el esófago.
Ademas del endurecimiento de la piel, suele presentarse hinchazones y dolores articulares en manos, codos y rodillas. Y con el avance de la enfermedad aparecen los roces de fricción articulares y las contracturas en flexión, en especial en los dedos de las manos.
No existe una curación total y todavía se desconoce las causas del por qué se padece de esta patología.
Los tratamientos más eficaces son: la rehabilitación y uso de cremas hidratantes en la piel afectada.
Últimas investigaciones han mostrado que existen alteraciones genéticas que pueden favorecer la aparición de esta dolencia aunque se puede presentar en cualquier momento de la vida. Las etapas más frecuentes son en mujeres de mediana edad, entre 40 y 50 años.
Quien la padezca es importante que reciba cuidado individualizado por parte de un profesional, ya que se tiene que cuidar y vigilar las heridas en la piel, aunque sean muy pequeñas.
La mejor forma de cuidarlas es no exponerse al frío y en la medida de lo posible mantener siempre una temperatura constante, evitando los pequeños traumatismos y presiones sobre los dedos; hacer ejercicios moderados, sobre todo estiramientos y acudir a rehabilitación en periodos determinados.
(Fuente:digital58.com.ve)
