¿Será capaz Novak Djokovic de superar el gran desafío? El antiguo número 1, en vías de recuperar su mejor nivel en Wimbledon, intentará el viernes en semifinales frenar al rey de la ATP Rafael Nadal, en plena confianza tras un partido para la historia contra Juan Martín del Potro.
Tras la eliminación sorpresa de Roger Federer, el miércoles ante el sudafricano Kevin Anderson, todos los ojos están puestos en el 52º partido entre el serbio y el español (Djokovic gana 26-25).
Nadal, ganador en Wimbledon en 2008 y 2010, no había llegado tan lejos en Londres desde que perdiera la final de 2011 ante Djokovic. Su primer objetivo antes de jugar será recuperarse del maratón que protagonizó el miércoles con Del Potro, que se fue a las 4 horas y 47 minutos.
GRAN DESAFÍO
Al otro lado de la red Djokovic, que ha empezado a ver la luz al final del túnel tras dos años persiguiendo su mejor nivel. Las lesiones, la falta de motivación y una operación en el codo derecho a principios de este año le hicieron caer en la lista mundial.
En Londres volvió a mostrar su versión más hambrienta ante el ídolo local, el británico Kyle Edmund (23 años, 17º mundial) en la tercera ronda, y después fulminó al prometedor ruso Karen Khachanov (22 años, 40º) en octavos.
El miércoles, en cuartos, el actual 21º de la ATP también fue muy superior al japonés Kei Nishikori, demostrando que está muy cerca de su mejor nivel.
Nadal, que reconoció haber visto algunos de sus partidos, está convencido. «Está jugando muy bien», dijo Nadal tras su formidable espectáculo ante Del Potro en una Pista Central en la que afloraron los teléfonos móviles debido a que al mismo tiempo se disputaba la semifinal del Mundial entre Croacia e Inglaterra (2-1, tras prórroga).
Del Potro, que llevó a Nadal al límite, no hizo un pronóstico: «No puedo decir quién va a ganar, dependerá del estado de Rafa, pienso que dependerá de él. Pero Nole juega bien de nuevo. Los dos merecen estar en la final».
En Grand Slam, los duelos entre Djokovic y Nadal han tenido algunos capítulos memorables, como la final del Abierto de Australia en 2012 ganada por el serbio en 5 horas y 53 minutos, o la semifinal de Roland Garros de 2013, ganada por 9-7 en el quinto set por Nadal.
El mallorquín, de 32 años, ganó en junio por la 11ª vez Roland Garros y parece que acumula la confianza y la energía para lograr su tercer doblete París-Londres.
Pero Djokovic sigue siendo «un gran desafío», subraya el número 1 mundial, que solo ha perdido un partido -ante el austriaco Dominic Thiem en cuartos de Madrid- desde su regreso a principios de abril tras una lesión en la pierna derecha.
ISNER-ANDERSON, DUELO DE ALTURA
Con cinco triunfos consecutivos, Djokovic ha completado su mejor serie en Grand Slam desde que perdiera la final del US Open ante Stan Wawrinka en 2016.
«Jugar una semifinal de Grand Slam después de todo lo que ha pasado en estos últimos 15 meses… Pero me apoyo en mi experiencia en grandes citas», explicó el serbio, tres veces ganador en Londres (2011, 2014 y 2015).
Por tercer año consecutivo, habrá un finalista nuevo en Londres. Será un tenista de altura: el estadounidense John Isner (2,08 metros) o el sudafricano Kevin Anderson (2,03) sucederán como debutantes en la final al canadiense Milos Raonic, batido en 2016 por Andy Murray, y al croata Marin Cilic, dominado en 2017 por Federer.
Anderson ya tiene experiencia a estas alturas. Jugó y perdió la final del US Open ante Nadal en septiembre.
Isner, de 33 años, juega por primera vez una final grande, pero domina los duelos ante Anderson (8-3) y ganó el único en hierba (Queen’s 2008). Una certitud, será una fiesta de saques directos.
