Siete horas en promedio fue la espera de los pensionados que llegaron en la madrugada a los alrededores de sus bancos asignados, para cobrar la mensualidad que otorga el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, por su condición.
Los primeros que entraron fueron quienes durmieron en las aceras toda la noche, que por supuesto esperaron más.
A media mañana los pensionados se enteraron que solo recibirían dos millones de bolívares en efectivo, por lo que muchos se molestaron pero siguieron esperando.
Luego de estar varias horas de pie, la mayoría optó por sentarse en el piso para descansar mientras esperaba su turno para ingresar al banco, donde tenía que hacer otra cola para llegar a la taquilla y recibir sus billetes.
Como era de esperarse las conversaciones en general giraron en torno a la hiperinflación que se vive en el país, y que tiene a todo el mundo arruinado. Cada quien se quejaba por el precio de todo, pero muy especialmente de los alimentos.
Quienes estaban más cerca de la puerta de los bancos, permanecían atentos de que nadie se coleara, y si alquien intentaba hacerlo, le llovían las quejas.
Después de cobrar, la pregunta obligada a los cajeros, era, qué va a pasar con el resto del dinero de la pensión, es decir si la van a pagar después en efectivo. Pero todos respondieron que depende de las instrucciones de la Superintendencia de Bancos.
