Alemania demostró lo que ya nadie duda. (Foto AFP)
EFE
La selección polaca dio hoy la sorpresa al derrotar por primera en vez en la historia a Alemania (2-0), una campeona del mundo que dominó gran parte del encuentro aunque fue incapaz de perforar la portería de un magnífico Szczesny, lo que mantiene a Polonia como líder provisional del grupo D.
Ni Müller ni Bellarabi, los hombres más destacados de Alemania en el ataque, fueron capaces de superar el carácter de los polacos, que salieron al campo dispuestos a hacer historia y superaron con nota el asedio germano gracias al héroe de la noche: Wojciech Szczesny.
Szczesny se convierte así en uno de los principales protagonistas de la épica victoria de Polonia, que por primera vez se impone en partido oficial al combinado alemán tras un encuentro vibrante en el que los de Nawalka supieron aprovechar sus oportunidades ante el control alemán.
Primero fue Milik, en el minuto 50, quien materializó un buen envío al centro del área de Piszczek para rematar al segundo palo tras un error clamoroso en la salida del guardameta alemán Neuer.
El gol polaco encendió a los de Löw que se lanzaron al ataque, aunque en el minuto 87 serían los polacos los que sentenciarían a la contra con un tanto de Mila a pase de un Lewandowski de quien los locales esperaban más esta noche.
Entre ambos tantos, los alemanes lo intentaron una y otra vez, y habrían merecido más con ocasiones como la que disfrutó Bellarabi en el minuto 78 con un potente disparo desde fuera del área, y la más clara, la que protagonizó poco después el alemán de origen polaco Lukasz Podolski, quien estrelló el balón en el larguero.
Alemania demostró lo que ya nadie duda, que se siente cómoda con el balón y que es capaz de dominar el juego gracias al saber hacer de hombres como Kroos en el centro del campo, aunque el acierto a la hora de marcar estuvo hoy del lado de una Polonia que salió al terreno de juego dispuesta a derrotar a la campeona del Mundo.
Los aficionados que hoy llenaron el estadio Nacional de Varsovia se volcaron desde el primer minuto en animar al combinado local, tal y como es habitual en una hinchada acostumbrada a los sinsabores y que esta noche fue testigo de un partido épico para los albirrojos.
Ésta fue la primera ocasión en la que Alemania disputaba un partido oficial en Polonia, donde hasta ahora había jugado cuatro amistosos, con dos victorias y dos empates.
