El 2016 fue una verdadera tormenta, manifestó el vicepresidente de la República Tareck El Aissami, durante la presentación de su memoria y cuenta en el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). A su juicio, el pasado año fue el más largo y complejo vivido por Venezuela.
EL VICEPRESIDENTE PRESENTÓ SU MEMORIA Y CUENTA ANTE EL tsj Y NO EN LA asamblea nacional, como lo establece la constitución
«Atravesamos la más despiadada guerra económica que jamás pueblo alguno haya sufrido, compuesta por el contrabando de extracción, mecanismos especulativos sobre la moneda, bachaquerismo (especulación) corporativo y a pequeña escala», indicó este viernes durante su discurso.
Aseguró que la inversión social aumentó de 38% a 71,4% desde la llegada del chavismo y la población de adultos mayores que recibe pensión pasó de un 19,6% al 90%. Pese a las dificultades, el Gobierno venezolano sorteó con éxito «las embestidas de las fuerzas contrarrevolucionarias», sostuvo.
En cuanto a la tasa desempleo, resaltó que en los últimos tres años se ha convertido en la más baja de las últimas décadas ya que en 2016 cerró en un 7,5%. En ese sentido, indicó que se han propuesto bajar el porcentaje al 4,5% al término de 2017.
El Aissami también destacó que en los últimos 17 años, tiempo que tiene la llamada revolución bolivariana encabezando el Gobierno, se han efectuado 35 aumentos salariales. Afirmó que el porcentaje de pobreza extrema en la nación se ubicó en 4,4% en 2016.
Hizo referencia al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, a quien calificó como un «infame antivenezolano» que, según sus declaraciones, pretende desplegar maldad y perversidad contra Venezuela.
Hasta el más enconado adversario u opositor a la revolución sufriría las consecuencias impredecibles de llegarse a concretar sus macabros planes, dijo.
El vicepresidente presentó este viernes la memoria y cuenta de su gestión en compañía de los ministros del país ante el TSJ y no ante la Asamblea Nacional, como establece la Constitución, debido a que los actos emanados de la Cámara son nulos e inexistentes porque permanece en situación de desacato al Supremo.
Lo mismo hizo el presidente Nicolás Maduro el pasado 15 de enero, quien en ese momento lamentó no haber podido hacerlo en el Legislativo, tal y como hizo el año anterior.
