Dorys López Villegas || dlopez@el-carabobeno.com

Sorprendidos. Así se sintieron las más de 400 familias que ocupaban las viviendas improvisadas del sector Brisas del Hipódromo, al sur de Valencia, luego de que este lunes efectivos de las fuerzas especiales que conforman la Operación para la Liberación del Pueblo (OLP) los desalojaran y posteriormente derrumbaran los inmuebles.

Desde las 2:00 a.m. aproximadamente, piquetes de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y Policía de Carabobo se apostaron en ambos extremos de la vía principal El Hipódromo, restringiendo la entrada y salida de personas, así como de vehículos.

Cerca de las 9:00 a.m. se observaron retroexcavadoras que fueron empleadas para la demolición de ranchos, proceso que dejó en la calle a un total de 435 familias, cuya estadía en la zona obedecía a la espera de una reubicación o adjudicación de viviendas  que nunca se dio.

Todos los afectados coincidieron en que detrás de estas acciones de desalojo se encuentra Yur Briceño, directora general de Fortalecimiento Popular de la Gobernación de Carabobo. Con ella se reunían cada 28 de mes para sostener charlas relacionadas con  la supuesta reubicación, pero últimamente el trato con la mujer era decadente.

Pedro López, afectado, comentó que desde que inició el operativo no le permitieron sacar sus enseres. Afirmó que los funcionarios supuestamente habían llegado con una orden de desalojo que nunca mostraron. Él como el resto de agraviados tenía nueve años en la zona esperando por la adjudicación de vivienda.

Yusmelys López sumó a su lista de preocupaciones la falta de vivienda. Cuando se enteró de la demolición de su rancho se encontraba en el hospital central de Valencia esperando atención para su pequeña hija aquejada por una terrible tos. Ella tenía 6 años viviendo en el lugar junto a su esposo y perdió todas sus pertenencias.

Por su parte, Carlos Barrios a demás de perder su vivienda fue uno de los más de 200 retenidos que trasladaron, a bordo de los ya conocidos Transcarabobo, al Comando de Zona N° 41 de la Guardia Nacional, donde luego de verificar sus datos y constatar que no tenía antecedentes, fue trasladado a las inmediaciones del terminal de pasajeros Big Low Center, donde fue dejado sin contar con el dinero suficiente para regresar a buscar lo que quedó de su casa.

En el resto de los casos, muchos de los agraviados fueron sacados de sus ranchos durante la madrugada por efectivos de la GNB, con la excusa de asistir a una reunión. Pasadas las dos de la tarde les fue permitido el acceso y en grupos de 10 personas fueron sacando lo poco que les quedó. Alrededor de las 6:30 de la tarde el paso vehicular y peatonal fue restituido en la zona, donde la falta de energía eléctrica brillaba por su ausencia.

En nota de prensa, el Gobernador Francisco Ameliach informó que este procedimiento obedeció al desalojo de una supuesta invasión, que además dejó a 31 extranjeros indocumentados que serán deportados y otros 11 detenidos con registros por diversos delitos.

En Hijos de Santa Inés pidieron respuestas

Adyacente a Ciudad Chávez, 417 familias también esperan respuestas en Hijos de Santa Inés. Hay casos críticos de salud y jóvenes con discapacidad. Editzha Castellanos, vocera, aseguró que muchos recibieron llaves de su apartamento en el urbanismo que luego fueron arrebatadas por supuestos errores. Desde entonces no han obtenido respuesta de la gobernación de Carabobo. Estaban incluidos en la Misión Vivienda y aseguran haber sido excluidos.




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