En la entrada de el sector El Molino hay un conjunto de edificaciones que al parecer no pertenecen a nadie. En esas estructuras viven cerca de 67 familias que este martes a las 12:00 a.m fueron desalojadas violentamente por funcionarios de la Policía de Libertador.
Esperanza Flores es una de las afectadas. Ella fue agredida por los funcionarios a pesar de su condición de mujer. Según el grupo de denunciantes ellos no son invasores. Alegan que las propiedades no tenían dueño y por eso decidieron tomarlas, puesto que ellos carecen de vivienda. La seguridad de las familias se debe a que en los registros e instituciones pertinentes no hay papeles que muestren de quienes son esos terrenos. Lo que llevó a loa protestantes a tomar posesión.
La mujer no supo determinar cuantos funcionarios eran, pero si destacó la presencia de una sola femenina. De igual modo reveló que les arrojaron bombas lacrimógenas y le dispararon perdigones a pesar de la presencia de menores de edad y ancianos. Los golpes y patadas no faltaron. Las familias recordaron el terror que sintieron a plena luz del día.
Ellos fueron advertidos por los cuerpos policiales de desalojar, pero ellos se negaron. En ese instante uno de los informados vociferó que si no salían por las buenas lo harían por las malas, debido a que el alcalde del municipio, Juan Perozo lo había ordenado.
Lo que siguió fueron detenciones y más agresiones. Un grupo de familiares acudió al destacamento 411 de la GNB, mientras otro iba a la fiscalía a denunciar. Piden que se haga justicia y a su vez que les den una vivienda digna. Su lucha lleva más de 3 años en pie y ni la misión vivienda, ni otro proyecto social les ha resuelto su problema.