Las propiedades abrasivas de la sal y su poder antifúngico la convierten en un aliado de la limpieza y la desinfección. Además, podemos combinarla con otros ingredientes naturales para potenciar sus efectos.

Resulta que los compuestos químicos de los productos convencionales son dañinos tanto para el ambiente, como para la salud respiratoria y la piel.

Si bien, la industria nos ha hecho pensar que son la mejor opción, hoy se reconoce que su uso excesivo puede conducir a molestas reacciones indeseadas.

Por fortuna, existen muchos trucos ecológicos para limpiar que, aunque son antiguos, continúan vigentes como buenas alternativas para dejar los espacios impecables sin afectar la naturaleza ni correr riesgos.

Entre estas opciones, existen varios métodos de limpieza y desinfección con sal, un ingrediente común que, por sus características, puede ser útil para este tipo de tareas.

Por ello, te queremos revelar 7 de sus principales aplicaciones para que no dudes en tenerlas en cuenta cuanto estés aseando tu hogar.

  1. Desinfectar las esponjas del baño y la cocina

Aunque a simple vista no lo notamos, las esponjas de los baños y la cocina son uno de los elementos que más tiende a contaminarse con bacterias dañinas para la salud.

Pero, si las limpiamos con agua salada podemos combatir los gérmenes para dejarlas aptas para un nuevo uso.

¿Qué debes hacer?

  • Agrega una cucharada de sal en una olla con agua caliente y, a continuación, sumerge las esponjas durante 20 o 30 minutos.
  • Escúrrelas y úsalas de nuevo.
  1. Remover manchas de vino

Las manchas de vino tinto suelen ser difíciles de eliminar y casi siempre se requieren productos adicionales para poder retirarlas de los tejidos.

El poder abrasivo de la sal resulta ideal para facilitar esta tarea, ya que ayuda a quitar los restos de esta sustancia sin afectar la prenda.

¿Qué debes hacer?

  • Toma una cantidad generosa de sal y frótala sobre las áreas manchadas con suaves movimientos ascendentes.
  • Espera que repose unos minutos y enjuaga con agua tibia.
  1. Eliminar las manchas de moho

Las manchas de moho que se forman en varias superficies húmedas del hogar, incluyendo la ropa, se pueden minimizar gracias al poder antifúngico de la sal.

Basta con combinarla con un poco de jugo de limón para potenciar sus efectos de blanqueamiento y limpieza.

¿Qué debes hacer?

  • Agrega una cantidad abundante de sal en un recipiente y humedécela con suficiente jugo de limón.
  • Frota la pasta sobre las áreas deseadas y deja que actúe de 15 a 20 minutos.
  • Enjuaga con agua tibia y repite su aplicación si lo consideras necesario.
  1. Limpiar los pisos

El poder antiséptico de la sal hace que sea un buen agente de limpieza para dejar los pisos impecables y libres de suciedad y bacterias.

¿Qué debes hacer?

  • Agrega media taza de sal en un balde con agua tibia y, enseguida, rocía el líquido sobre los pisos que deseas limpiar.
  • Pásales el trapeador, la fregona o un paño y déjalos brillantes.
  1. Abrillantar artículos metálicos

Los compuestos de la sal sirven para remover el óxido y demás compuestos que se van acumulando en la superficie de los artículos metálicos de la casa.

Al frotarla sobre estos elementos se pueden abrillantar de forma natural y mejorar su aspecto cuando empiezan a verse opacos.

¿Qué debes hacer?

  • Humedece un poco de sal con agua o jugo de limón y frótala sobre las piezas de bronce, plata o cobre.
  • Deja que repose algunos minutos y, enseguida, quita los excesos con un paño seco.
  1. Retirar los restos de grasa del fregadero

Los residuos de los alimentos suelen dejar restos de grasa en la superficie del fregadero, que le dan una textura pegajosa y malos olores.

Para evitar este molesto problema, basta con limpiarlo todos los días con sal, justo después de lavar los platos.

¿Qué debes hacer?

  • Rocía una cantidad generosa de sal sobre el fregadero y frótala con la ayuda de un cepillo.
  • Deja que repose de 5 a 10 minutos y retírala con agua caliente.
  1. Quitar las manchas de sudor

En lugar de usar peligrosos químicos para quitar las manchas de sudor de la ropa, aprovecha los interesantes efectos de sal.

Este ingrediente elimina los restos de sudor y, de paso, evita que se presenten malos olores.

¿Qué debes hacer?

  • Agrega media taza de sal en dos litros de agua caliente y sumerge la prenda durante 30 o 40 minutos.
  • Si la mancha es demasiado difícil, frótale la sal de forma directa.

¿Imaginabas que la sal era tan útil para la limpieza? Ahora que sabes cómo utilizarla, no dudes en aprovecharla como remplazo de los productos químicos que tienen el mismo fin. (Fuente:mejorconsalud.com)




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