Felipe Pirela.
Felipe Antonio Pirela Moron, mejor conocido como Felipe Pirela o “El Bolerista de América”, fue un cantante del género bolero. Nació el 4 de septiembre de 1940 en Maracaibo, Venezuela, y fue asesinado el 2 de julio de 1972 en San Juan, Puerto Rico.

Ciudad de origen de Felipe Pirela

Del “Empedrao” para el mundo, quien conozca la ciudad de Maracaibo, capital del petrolero estado Zulia al occidente de Venezuela, sabe que una de las más populares zonas es la del barrio “El empedrao’”, como se dice en criollo, o maracucho si así lo prefieren.

De esta barriada han surgido un grueso e importante número de poetas, compositores, cantantes, trovadores y gaiteros.

Así pues, al humilde hogar de Don Felipe Pirela y Doña Lucía Morón de Pirela llegó aquel 4 de Septiembre de 1941 la bendición de un hijo, bautizado como Felipe Antonio Pirela Morón, a quien el futuro, por su privilegiada voz, concisa compostura y particular interpretación, le otorgaría el reconocimiento de “El Bolerista de América”.

Inicios de Felipe Pirela

Los primeros pasos para el entonces novel cantante se da con las orquestas de Juanito Arteta y Los Peniques, por las que transitó sin mucha relevancia.

De hecho, su llegada a esta última se da por la insistencia de un amigo suyo relacionado a Jorge Beltrán, el director de la agrupación.

Para entonces Los Peniques contaba con los vocalistas Victor Piñero, Chico Salas, Ada Vizuet y Tony Izaguirre, lo cual le dificultaba el camino a Pirela, quien se conformaba con cantar al menos una canción en el último set bailable.

Todo transcurría sin pena ni gloria, hasta que un buen día el maestro, director y arreglista Billo Frómeta le escuchó cantar y mostró interés por sus servicios.

Felipe Pirela junto a la Orquesta Billo’s Caracas Boy

La entrevista pautada con Billo debía darse en la casa de los Pirela Morón, por lo que la familia se preparó a fin de agradar al Maestro.

Cuando éste llegó a la vivienda no hizo más que expresar: “… Quiero contratarlo para que sea el bolerista de mi orquesta. Usted tiene mucho futuro… canta como los ángeles…”, expresó.

Corría el año 1960, y a Billo le había sido levantado un veto impuesto por la Asociación de Músicos del Distrito Federal y Estado Miranda.

Billo comenzó a reestructurar su orquesta, lo que para él sería su “Tercera República”, sin duda alguna, la más exitosa de su carrera y con la que trascendió aún después de su muerte.

Para ello se hizo además de los servicios de otro maracucho: el guarachero Cheo García. Con la orquesta Billo’s Caracas Boys, las voces de Felipe Pirela y Cheo García adquieren gran prestigio, individualmente, y por la manera como hilvanan sus voces y ritmos en los famosos mosaicos creados por el Maestro.

La orquesta causa sensación en el Continente, al tiempo que la dulce voz de Pirela seduce a cientos de miles de fanáticas, si se quiere huérfanas de un ídolo, ante la ausencia de su hasta entonces amor platónico: Alfredo Sadel, quien había tomado la decisión de dedicarse al bel canto.

Felipe Pirela como solista

Luego de que Pirela obtuviese fama con la orquesta Billo’s Caracas Boys comienzan a lloverle ofertas de otros países, la más tentadora, desde México.

El cantante le consultó a su mentor, anticipándole sus deseos de mantenerse en la orquesta en la que llevaba más de dos años. No obstante, Billo sabía que ya era hora de que Pirela comenzara a volar; no sería él quien cortara sus alas, atándolo a su orquesta, truncándole su camino al estrellato definitivo.

Tras la venia y asesoría de Billo, Pirela parte al país azteca donde le esperaba el camino a la internacionalización como solista y su posterior consagración como “El Bolerista de América”.

Una vez cumplido su compromiso en México, Pirela regresa a Venezuela, ya que había empeñado su palabra de matrimonio a la joven Mariela Montiel, con quien tendría su única hija Lennys Beatriz Pirela Montiel. Las nupcias se celebran en septiembre de 1964.

Vale señalar que Pirela (23) era diez años mayor que ella, al tiempo que la unión, tan furtiva como efímera, llega a un triste desenlace con un escandaloso divorcio que marcó al Bolerista de América para siempre.

Posteriormente, Montiel divulgaría ciertas declaraciones desprestigiando a Pirela acerca de su conducta sexual en medios impresos. A raíz de ello, compuso un tema titulado “Injusto Despecho”, al cual incluyó en su último álbum de 1966.

El siempre bien recordado y apreciado “Bolerista de América» sumido en una fuerte depresión, con su decepción a cuestas, decidió marcharse de Venezuela, hasta Colombia, luego a República Dominicana y finalmente a Puerto Rico.

Su fama y prestigio adquiridos le permiten abrir las puertas de Hispanoamérica, es como así en su exilio graba el LP “Entre Tu Amor Y Mi Amor”, que adquiere impresionantes cifras de ventas traducidas en reconocimientos artísticos.

Al tema promocional que da título al disco se suma una seguidilla de éxitos. A pesar de ello, el mal ya estaba hecho. Desmoralizado y socavado en su orgullo sufre una nueva depresión, transitando senderos inesperados que igualmente disminuyen el intenso brillo de su estrella.

Para 1967 realizaría una pequeña gira por Venezuela, Estados Unidos, Canadá y México, en este último país realizó su primer y único disco acompañado de guitarras, al que tituló “Boleros Con Guitarras” de la mano de Benjamín Correa y el grupo Los Tres Caballeros.

En diciembre de ese año representó a Venezuela en el Segundo Festival Latinoamericano de la Canción Popular junto a la reconocida actriz y cantante Lila Morillo, obteniendo el 7mo lugar.

Asimismo participó en el Festival de la Voz de Oro de Venezuela en Barquisimeto. Posteriormente se mudó por un tiempo a Estados Unidos, cerrando sus compromisos con su sello discográfico de su país natal, pues tenía la idea de crear su propia empresa de discos, lo cual nunca llevó a cabo.

En su impecable trayectoria se convirtió en un reconocido artista a nivel mundial visitando distintas ciudades a lo largo y ancho de América, principalmente en países como Colombia, República Dominicana, Estados Unidos, Perú, Ecuador, entre otros.

Ganó distintos e infinitos premios en varias ocasiones, entre los más destacados un Disco de Oro otorgado por el sello discográfico Velvet, por haber conseguido la venta de más de un millón de discos.

Asesinato de Felipe Pirela

Pirela fue asesinado en el transcurso de la mañana del 2 de julio de 1972 en la zona de Isla Verde, justamente en el Hotel Cecillia’s Place, calle La Rosa, desde un carro que se encontraba transitando por la zona efectuaron varios disparos dirigidos al cantante, cayendo así mortalmente tras los impactos.

Posteriormente fue trasladado al Hospital Presbiteriano en la ciudad de Santurce, ingresando sin ningún signo vital, puesto que uno de las balas le había perforado la arteria aorta.

Los encargados de reconocer el cuerpo de Pirela fueron su promotor de espectáculos Tony Chiroldes y la periodista, encargada de sus relaciones públicas y pareja, Francisca Berrío.

Una semana y media fue suficiente para que los cuerpos policiales de San Juan capturaran al encargado de los hechos, Luis Rosaldo Medina, quien era un mafioso con un largo expediente policial, la razón del asesinato fue por una deuda de drogas. “Pirela me debía 5 mil dólares en cocaína, por eso decidí matarlo”, explicó.




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