Luis Alejandro Borrero | lborrero@el-carabobeno.com

Es un hecho: el salario no alcanza. Tenía que haber un
aumento, asegura Gerardo Blyde, alcalde de Baruta. Con él coincidieron los 23
miembros de la Asociación de Alcaldes por Venezuela, de la cual es presidente.
Pero el anuncio de Nicolás Mauro debió hacerse en términos más prácticos y
menos populistas, sostiene.

Ante la revelación varios se quedaron perplejos. Durante la
conferencia de prensa ofrecida este martes desde Carabobo, Blyde desmintió las
bondades que busca atribuirse Maduro. Las alcaldías no están preparadas para
asumir el incremento salarial. El 80% depende del situado constitucional para funcionar:
de ese aporte el Ejecutivo pretende capitalizar políticamente algo que no se
planificó, argumenta Blyde.

La ley obliga a los alcaldes a invertir al menos el 50% de
los recursos en servicios públicos. Lo que se le asigna a las alcaldías por
concepto del incremento salarial no es más que dinero excedente del situado
constitucional. . El opositor confesó que los mandatarios están en apuros con
el anuncio.

Maduro dijo: “El que necesite ayuda, que me diga”, citó el
alcalde de Baruta.Dijo que le tomarán la palabra al presidente. Desde la
Asociación consignarán un documento ante la vicepresidencia de la República,
para exigir que los recursos asignados no sean solo para pagar aumentos de
salario, sino para darle calidad de vida a los ciudadanos

 

Persecución constante

Significa gobernar con una espada sobre la cabeza. La hoja
afilada podría caer en cualquier momento: eso es ser alcalde opositor en
Venezuela, metaforizó Blyde. De ese modo dibujó la crítica situación de los
disidentes perseguidos.

Antonio Ledezma cumplió 244 días preso. El alcalde
metropolitano de Caracas ostenta el segundo mayor cargo de elección popular,
después del presidente. Su audiencia se ha diferido seis veces. “La persecución
contra el alcalde –porque lo sigue siendo- la rechazamos contundentemente”,
dijo poniendo su puño cerrado sobre la mesa en dos veces, entre aplausos.

No es el único. En Maracay, el municipio Mario Briceño
iragorry está en emergencia sanitaria. Delson Guárate, de Voluntad Popular, ha
sido víctima de un ensañamiento atroz. Eso incluye bloqueo económico y no
entrega de camiones compactadores para recogerse las 1,5 toneladas diarias que
se generan los más de 130 mil habitantes del norte de Aragua.

Contra Guárate el Tribunal Supremo de Justicia dictó una
orden de recoger la basura. “Están a punto de declararlo en desacato”, advirtió
Blyde. Dijo que por informaciones del alcalde, el municipio está limpio ya,
pero el gobernador El Aissami acaba de anunciar un proyecto de limpieza. Quiso
decir que el chavismo sabotea la gestión opositora, por eso este jueves acudirá
al TSJ para denuncia el hostigamiento.

 

Manos atadas

Para ayudar a Guárate no es mucho lo que pueda hacerse. En
las alcaldías chavistas sucede la «colaboración»: cuando un camión se
daña, entre mandatarios oficialistas se prestan compactadoras. Ya sucedió en
Linares Alcántara, otro municipio aragüeño. Para los opositores es distinto.

Todos quedaron en silencio ante la pregunta. ¿Nadie puede
ayudar a Guárate?, ni Miguel Cocchiola, ni David Smolansky, Alejandro Feo La
Cruz o el mismo Blyde pueden prestar camiones para Aragua: la ley lo impide.

 




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