Nacido en 1856 en el seno de una familia judía de Moravia. (Foto Archivo)

EFE

Con motivo del 75 aniversario de su muerte en el exilio londinense, la voz de Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, volverá a escucharse mañana en Viena, la ciudad de la que huyó para escapar del horror nazi y a la que escandalizó con sus teorías sobre el inconsciente y la sexualidad.

Nacido en 1856 en el seno de una familia judía de Moravia, hoy en la República Checa, Sigismund Schlomo Freud llegó a los 17 años de edad a Viena para estudiar medicina.

Su relación con la conservadora Viena de principios del siglo XX varió entre el mero desapego y el odio.

«Viena me oprime», escribió el neurólogo en una de sus cartas, en las que describe la ciudad como «casi físicamente repulsiva» y en las que presenta a la imponente catedral gótica de San Esteban como un «campanario abominable».

Sin embargo, su antipatía por la capital austríaca queda matizada por el hecho de que nunca quiso irse de Viena y sólo lo hizo cuando la amenaza del nazismo ya no le dejó otra alternativa.

Austria fue anexionada en marzo de 1938 por la Alemania nazi y, aunque hubo actos de intimidación previos, Freud no abandonó la ciudad hasta junio del mismo año, después de que su hija Anna fuera interrogada por la Gestapo, la policía secreta nazi.

Freud sólo pudo salir de la ciudad tras pagar una considerable cantidad de dinero y firmar un escrito en que indicaba que ni él ni su familia había sido maltratados por los nazis.

Pidió permiso para agregar una frase cargada de ironía: «Puedo recomendar encarecidamente la Gestapo a todo el mundo».

El neurólogo fue el primero en considerar la infancia como una de las fases más importantes de la vida, en la que todo lo que vivimos, sobre todo nuestra sexualidad, repercute de manera inconsciente en nuestro comportamiento adulto.

Pese a que la psicología moderna ha demostrado que algunos conceptos freudianos, como el «complejo de Edipo» o la «envidia del pene», no son válidos, siguen formando parte de la cultura popular.

También el cine ha tratado muchos temas freudianos, desde Alfred Hitchcock a David Lynch, mientras que en la literatura, la técnica del fluir libre de la consciencia de autores como Virginia Woolf y James Joyce, entre otras, tiene un claro origen en sus teorías.

En el arte su inspiración ha sido clara en movimientos como el de los surrealistas y en autores como el español Salvador Dalí.

La única grabación de la voz de Freud, que se debe a la emisora británica BBC durante su exilio londinense en diciembre de 1938, podrá escucharse esta semana en una instalación sonora en la que fuera su vivienda y consultorio durante 47 años, situada en la calle Berggasse número 19.

«A la edad de 82 años abandoné mi casa en Viena como consecuencia de la invasión alemana y vine a Inglaterra, donde espero acabar mi vida en libertad», relata Freud en esa grabación.

El 23 de septiembre 1939 murió a los 83 años tras administrarse una dosis de morfina, una sustancia que llevaba décadas tomando para aliviar los dolores de su cáncer de mandíbula.

Para recordar su muerte hace 75 años, el museo Freud de Viena ofrecerá una exposición especial en 16 espacios públicos dispersos por toda la capital y en los que se explicarán su legado.

Lo que a primera vista parece una imagen «pixelada» de un retrato de Freud es en realidad un código QR que da acceso al mundo secreto de la psicoterapia en la exposición «Hidden Freud» (Freud oculto).

En 16 columnas de anuncios y marquesinas de la ciudad se pueden encontrar imágenes con frases del psicólogo sobre sus obras y sus grandes temas.

Con el código QR se accede a una explicación gráfica de los conceptos más importantes del psicoanálisis y a grabaciones históricas de los años 1900 a 1938.

Ésta es la primera exposición que ocupa las calles de Viena para difundir la obra del padre del psicoanálisis, y se complementa con otra muestra digital en la página www.hiddenfreud.at.

El museo Freud celebra el aniversario con otro acto simbólico, como cubrir el cartel de la institución de negro para recordar su expulsión, así como la deportación y asesinato de 65.000 judíos austríacos por los nazis, entre ellos, cuatro hermanas de Freud.

Los admiradores del psicólogo podrán visitar además la exposición en la galería de arte contemporáneo 21erHaus, con obras inspiradas en conceptos freudianos.

Algunos cuestionan hoy sus teorías, como las del inconsciente o la sexualidad; otros lo tachan de misógino, mientras que muchos más siguen su doctrina ciegamente.

Pero lo que nadie pone en duda es la gran influencia que tuvo Sigmund Freud en la psicología y la sociedad modernas.




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