Heberlizeth González C.
La encargada del laboratorio Jesús de la Misericordia, en el centro de Valencia, da gracias a Dios por salir ilesa de un robo masivo este martes. Acababan de abrir. Eran casi las 9:00 a.m cuando llegó un paciente a hacerse una hematología, a los segundos se convirtió en el victimario.
La mujer invitó al «paciente», un hombre mayor a 50 años, a tomar asiento para que el asistente de laboratorio tomara la muestra. Justo cuando salía a comprar el típico café mañanero escuchó una orden: «péguense de la pared. Esto es un robo». al tiempo que sacaba una pistola entre la chaqueta que llevaba puesta. Otro cómplice entró.
Registraron el cuarto donde hacen los exámenes buscando objetos de valor. Les quitaron anillos, celulares, dinero en efectivo, mientras les advertían: “si se portan bien no va a pasar nada”, narró la encargada.
Otros pacientes llegaron, entre ellos una niña de unos 4 años, y fueron recibidos por uno de los antisociales. También los despojaron de sus pertenencias. La pequeña entró en crisis.
Unos 15 minutos después los sujetos cargaron con un baño de maría y huyeron por la calle Colombia entre Soublette, en el centro de la Ciudad. No sin antes dejar a sus víctimas encerradas.
En 24 años que tiene el laboratorio, esta es la primera vez que ocurre un hecho así. En otras oportunidades, sí habían intentado ingresar. En Semana Santa fue la última vez. La pérdida de la material es incalculable. Mientras tanto, la encargada del laboratorio trata de reponer lo que obtuvo con sacrificio.