AFP
La oposición venezolana exigió este miércoles a las
autoridades electorales acelerar un referendo revocatorio del mandato de
Nicolás Maduro, en momentos en que la OEA aumenta su presión para que la
comunidad internacional se ocupe de la grave crisis en el país petrolero.
Siete diputados de la opositora Mesa de la Unidad Democrática
(MUD) -mayoritaria en el Parlamento- entregó en el Consejo Nacional Electoral
(CNE), al que acusan de aliado del chavismo, un documento para exigirle que
fije las normas y fechas de los pasos para convocar al referendo.
"Exigimos a las autoridades electorales que se pongan a
tono con la historia, con el sufrimiento del pueblo y liberen las barreras que
impiden que el referendo sea este año", dijo el vicepresidente
parlamentario, Enrique Márquez, quien encabezó la comisión legislativa.
Paralelamente, miles de jóvenes socialistas manifestaban en
las afueras del Palacio de Miraflores, sede de la presidencia, contra la
decisión del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA),
Luis Almagro, de convocar a una sesión urgente para debatir el caso de
Venezuela.
"Almagro que no se meta en los problemas de Venezuela,
ocúpese de su vida que aquí el pueblo venezolano resuelve su situación",
dijo Emilio Segovia, uno de los manifestantes.
Maduro llamó el martes a una "rebelión nacional"
pues sostiene que la acción de la OEA, solicitada por la oposición venezolana,
busca abrir camino a una intervención de Estados Unidos.
A la vez, anunció que demandará judicialmente a la directiva
del Parlamento por "usurpación de funciones" y "traición a la patria".
"Eso no nos preocupa. La OEA está discutiendo el caso de Venezuela y eso es satisfactorio. Hay pronunciamientos en el mundo a favor
de un proceso de transición pacífica, que incluye el referendo", afirmó
Márquez.
Para la oposición, el tiempo apremia. Si el referendo se
hace antes de 2017 -cuando se cumplen cuatro años del mandato-, y Maduro lo
pierde, se debe llamar a elecciones. Si ocurre el próximo año, sería sustituido
por el vicepresidente, nombrado por el gobernante.
Pero el proceso es engorroso. El jueves apenas concluye la
revisión de 1,8 millones de firmas que le entregó la oposición hace un mes para
activar el referendo. Luego deberán ser validadas con huella dactilar y recoger
otras cuatro millones de rúbricas para convocar la consulta.
Según la encuestadora Datanálisis, 70% de los venezolanos
apoya un cambio de gobierno. Para revocar el mandato de Maduro, se necesita más
de los 7,5 millones de sufragios con que fue elegido en abril de 2013.
A la presión internacional y de la oposición se suma el
malestar popular ante el agravamiento de la escasez de alimentos y medicinas, y
el costo de la vida. El país petrolero tiene la inflación más alta del mundo
(180,9% en 2015 y proyectada por el FMI en 700% para 2016).
"El pueblo venezolano no se calará (aguantará) que se
manosee el revocatorio y se atrase para el interés del gobierno (...) porque es
la única válvula de escape que tiene", subrayó Márquez.
- La OEA no es la solución mágica -
Invocando la Carta Democrática, Almagro argumentó la crisis
económica, social, política e institucional que sufre Venezuela. Chile,
Argentina, Colombia y Uruguay manifestaron su apoyo al referendo, para ayudar a
superar la situación.
Pero los expertos están cautelosos. "La OEA no va a
producir soluciones mágicas para Venezuela", opinó el abogado
constitucionalista Carlos Ayala Corao, quien tampoco descartó que varios países
se lancen contra Almagro.
"La implementación de la Carta no es la solución
inmediata a todos nuestros males. En especial, pues al final, luego de un
camino más o menos largo, la peor situación para Venezuela sería su suspensión
de la OEA", estimó el constitucionalista José Ignacio Hernández.
Almagro pidió que la OEA discuta el tema en sesión
extraordinaria entre el 10 y el 20 de junio, al considerar que existe en
Venezuela "alteración del orden constitucional" que afecta gravemente
"el orden democrático".
"Sabemos que lo que viene es una intervención,
inclusive armada. Por eso estamos alertando a toda la región. El imperio
decidió que es la hora de tomar nuestros recursos", afirmó la canciller
venezolana Delcy Rodríguez.
- La difícil ruta del diálogo -
Ante el agravamiento de la crisis, una mediación
internacional intenta un diálogo. El martes, el titular de la Unasur, el
exmandatario colombiano Ernesto Samper, dijo a la AFP en París que la próxima
semana habrá una "nueva reunión" -tras una celebrada por separado en
República Dominicana la semana pasada-, y no descartó que ésta sea un cara a
cara.
"Nos vamos a mantener en la mesa de diálogo de
República Dominicana y vamos a respetar todo lo acordado (...) y la ruta
trazada para que en Venezuela haya diálogo", dijo Maduro.
Pero el líder opositor Henrique Capriles sostiene que el
gobierno quiere el diálogo "para lavarse la cara, porque en este momento
la opinión internacional es contra el gobierno". "Pronto serán todos
los países apoyando al pueblo venezolano que quiere revocatorio", afirmó.