El caso fue remitido a la fiscalía décima. (Foto Archivo/El Carabobeño)

Levantarse temprano no les sirvió de mucho. Tribunales se han convertido en un lugar asiduo para los afectados por el lago al sur de Maracay. Aún seguimos sin respuesta sobre nuestra situación, lamentó una de las habitantes de Mata Redonda.

Este lunes los vecinos acudieron al Ministerio Público regional. Esperaban conseguir una respuesta sobre la petición que hicieron el pasado 23 de octubre. Lo que recibieron fue mayor dilación. Nos dijeron que tenían que tomar nuestras declaraciones nuevamente. El caso fue remitido a la fiscalía décima.

Siguen sin respuesta concreta. Las instancias judiciales no son garantía para quienes desde el año 2006, esperan que el Estado cumpla. La sentencia 1632 de la sala constitucional del Tribunal Supremo de Justicia ordenó la reubicación de los afectados por el crecimiento del segundo lago más grande del país: el Lago de Valencia.

Es evidente la frustración. Unas 300 familias permanecen en urbanismos como La Punta y Mata Redonda. Las condiciones son inhabitables. ¿A cuál instancia deberán acudir? Parece que, ante la falta de respuesta, lo único que les queda es ir a la raíz de su lucha: El TSJ.

Los vecinos se organizan. Se espera que la próxima semana visiten la máxima instancia judicial del país en Altagracia, Caracas. Exigirán el cumplimiento de la sentencia. Las familias deben ser indemnizadas por el valor de sus casas antes de la crecida del lago y así recuperar su calidad de vida.

Invasiones constantes

Los urbanismos están en la mira. Ante el gravísimo déficit habitacional, las casas deshabitadas se convirtieron en el hogar de invasores. En Mata Redonda y La Punta hay al menos 40 viviendas ocupadas forzosamente. Llegan y se meten con niños a vivir en las casas que no fueron demolidas, dijo una de las afectadas.

Se acordó mayor vigilancia policial. En asambleas de propietarios con autoridades se exigió mayor patrullaje para evitar la proliferación de invasiones, explicó la vecina, quien prefirió ocultar su identidad por temor a represalias de invasores. En algunos casos son personas violentas o que son delincuentes, agregó. (LAB)




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