La adaptación es la llave para enfrentar el cambio climático. (Foto Archivo/El Carabobeño)

Faltan insumos, maquinarias y equipos. No hay redes productivas ni de comercio. Lo anterior es una radiografía de indicadores de estado en las comunidades de Pira Pira, Palmarote y Palmar de Paya del municipio Libertador, asentadas en la cuenca del río Pao. “Es un territorio rural que presenta signos de insostenibilidad, generados por las actividades productivas de sus pobladores”.

A la conclusión llegó la investigadora Ana Isabel Belmonte, como parte del proyecto “Sistema de cogestión comunitaria de adaptación al cambio climático en la cuenca del río Pao, estado Carabobo”. Con el financiamiento del Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Fonacit), lo ejecutan el Instituto de Investigaciones Manuel Pocaterra de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de Carabobo (Infaces-UC) y Fundación La Salle.

¿Y cuáles son las actividades productivas de estas comunidades? La agricultura de subsistencia y la ganadería extensiva. Belmonte relacionó que esto impacta ecosistemas y causa desequilibrios que hacen de la cuenca un sistema agroecológico insostenible. Lo bueno es que, diagnosticado el problema, agricultores y ganaderos recibieron claves para una producción eficiente y sostenible, refiere un boletín de prensa del Proyecto Cambio Climático.

En estado crítico

No sabemos cuándo va a llover, no sabemos si vamos a producir, comentaba Domingo, un agricultor, durante una reunión de la comuna Fabricio Ojeda celebrada en Palmar de Paya. Hace más calor. Llueve fuera de tiempo. Y las sequías son más largas. Las tres variaciones apuntan a un fenómeno: cambio climático. Y la adaptación es la llave para enfrentarlo.

Justo después de esa reunión, Belmonte divulgó los resultados de la investigación que analizó la sostenibilidad económica, o la interacción entre economía y ecosistema capaz de proporcionar bienestar. A esto se llega aplicando formas de producción que sean rentables, viables y equitativas. De eso, precisamente, hablaron, una vez determinado que el estado de la sostenibilidad económica en la subcuenca es crítico.

Propuestas de tres tipos

Apoyada con mapas mentales, la doctora en Economía sistematizó con los 34 asistentes, en representación de 11 consejos comunales, propuestas a aplicar sobre tres áreas estratégicas: recursos productivos, encadenamientos y bienestar.

Sobre la primera área se planteó como objetivo la promoción de sistemas de conservación de suelos, agua, bosques y biodiversidad; en cuanto a la segunda, la necesidad de crear y fomentar redes tanto productivas como de comercialización; y en torno a la tercera, más participación de la mujer y la promoción de la contraloría social. Son algunas entre más de 20 estrategias propuestas, según nota de prensa.

Cada participante recibió un tríptico que resume la investigación. Tuvo alta receptividad la idea de un proyecto de formación, llamado “ABC Financiero para Pequeños Productores”, que fortalezca sus capacidades básicas de registro y control de la producción. (AMZ)




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