La acumulación de agua estancada propicia la reproducción de mosquitos. (Foto Andrews Abreu)
Luisa Quintero
La plaza Montes de Oca se transformó en un lugar solitario después de que iniciaron las obras de construcción del metro de Valencia. A pesar de la limpieza a la cual es sometida, la fuente central se mantiene llena de agua estancada desde hace semanas.
El agua amarilla con hojas muertas y moho se ha acumulado, producto de las lluvias que han caído en la ciudad desde hace semanas. Como no se dispone de una bomba que haga circular el líquido y le restituya a la fuente su verdadero valor, el agua funciona como criadero de mosquitos y otros insectos.
Estos animales prefieren las aguas estancadas para su reproducción, donde por cada 250 mililitros pueden nacer 300 larvas de cualquier especie. En Valencia, con la circulación de enfermedades de origen viral como el dengue y chikungunya es necesario la eliminación de criaderos para evitar factores de riesgo a la población cercana a este tipo de lugares.
Las otras dos fuentes que también adornan la plaza Montes de Oca no funcionan desde hace varios meses porque no se ha logrado reactivar el sistema de bombeo. Una tapa del alcantarillado se perdió y para evitar accidentes, alguien colocó una de las papeleras dispuestas en su lugar.
Los espacios se mantienen limpios de maleza y cada cierto tiempo se realiza corte y poda de árboles para evitar un accidente. El lunes, una cuadrilla de la Alcaldía de Valencia se encontraba en el sitio recogiendo los restos del corte de un árbol grande.
