Darío Sánchez García || [email protected]
Francis Colina responsabilizó de
las lesiones en la espalda de su bebé al abundante derrame de aguas negras, que
empapa desde hace 22 días tres calles del sector 7 de la urbanización El Samán,
en Guacara.
Antonella es solo uno de los
niños que padecen enfermedades respiratorias, gastrointestinales y de la piel,
por el bote de aguas cloacales que desespera a la comunidad, apuntaron los
vecinos.
Elida Domínguez rogó a las
autoridades para que sea resuelto el problema cuanto antes, que obligó a los
bomberos a cerrar la calle 4 que ya tiene huecos por fracturas en el asfalto.
La C.A. Hidrológica del Centro
respondió a una comisión del consejo comunal que no tiene presupuesto para
emprender el trabajo necesario, indicó Domínguez. La alcaldía inspeccionó el
lugar y acordó asumir el trabajo, pero no definió una fecha para su ejecución,
según la vecina.
Las aguas, que producen un
desagradable y enfermizo olor, ocupan tres amplias calles, la 2, 4 y 6, hasta
alcanzar un centro escolar. Una vista lamentable para lugareños y visitantes.
Miriam Fuino, epimedióloga, advierte
que lugares con estas características son focos causantes de enfermedades en la
piel, respiratorias y gastrointestinales, por la inhalación de los olores y el
contacto con las aguas.