El alcalde del municipio Pedro María Ureña, Alejandro García, espera que la apertura definitiva de la frontera se realice el 10 de agosto. A su juicio es un buen indicio que los gobiernos de Colombia y Venezuela se reúnan para acordar medidas, pero considera que hay mucha terquedad en ambas partes para actuar.
“La frontera fue cerrada por un ataque de grupos armados contra militares venezolanos, en más de 11 meses esta actividad delictiva no ha mejorado. El incremento del contrabando y la extorsión continúa. Hay que hacer una introspección para saber qué estamos haciendo mal”, declaró.
García exhortó al Ejecutivo venezolano a tomar medidas con respecto al decrecimiento de la actividad comercial e industrial en la región.
“Tenemos 1.000 empresas con patentes registradas y están cerradas por falta materia prima y mano de obra calificada”, destacó.
El burgomaestre solicitó que se flexibilice el cobro de impuestos y se consideren ajustes en ciertas áreas económicas para beneficio de los productores.
Cédula fronteriza
El mandatario regional expresó que no le parece descabellada la iniciativa de una cédula fronteriza, pero cree que no será posible implementarla a corto plazo.
García fundamenta esta opinión en la falta de papel y de máquinas para materializarse esta idea, por lo menos del lado venezolano. (ES)
Con información El Nacional / Globovisión
