Con información de Comstat
Rowland

Una persona que está entrenando
con frecuencia y tiene objetivos claros con respecto a lo que quiere lograr con
su esfuerzo en el gimnasio, deberá tener en cuenta que una noche de excesos de
alcohol y cigarrillos castiga enormemente el cuerpo y lo perjudica para seguir
avanzando.

Carlos Acuña, entrenador de la
cadena Gold’s Gym, resume que la combinación del hábito tabáquico y el alcohol
afecta los elementos en los que se basa el acondicionamiento físico y lleva a
perder fuerza y rendimiento, además que no se está aprovechando el aporte
fundamental que da ejercitarse: mejorar el organismo para disfrutar de una vida
saludable.

El especialista en entrenamiento
híbrido explica que las toxinas del cigarrillo y el alcohol se interponen en
las funciones del organismo, lo que dificulta lograr el objetivo de controlar
el peso y desarrollar musculatura:

1. Recuperación lenta: la fase de descanso es fundamental para los
músculos que están llevando a cabo un proceso de adaptabilidad luego de trabajo
intenso. Con el alcohol y el cigarrillo se afecta el proceso y hace que se
duplique el tiempo de recuperación, lo cual perjudica el resultado final de los
planes de entrenamiento.  

2. Peor rendimiento: está demostrado que el cigarrillo afecta la
respiración. Un mal intercambio de oxigeno y dióxido de carbono en el organismo
afecta todo el sistema relacionado con la generación de energía.    

3. Aumento de la frecuencia cardíaca: los fumadores tienen una
frecuencia cardíaca 30% mayor que los no fumadores. Esto lleva a un gasto mayor
de energía y aumenta la presión sanguínea, que pese a ello, lleva menor
cantidad de sangre a los órganos y por consiguiente afecta el desempeño.  

4. Mal control de peso: el alcohol no solamente es una sustancia llena
de calorías sino que tiene un efecto que inhibe la función del organismo de
quemar por sí mismo la grasa, un proceso que se activa con el ejercicio.

Por estas razones Acuña expresa
que los excesos de fines de semana son también la principal razón del por qué
los lunes y martes son los días más difíciles en el gimnasio. Opina que
dedicarse al entrenamiento físico también implica un mejor control de las
costumbres de beber y o dejar de fumar.   

Círculo virtuoso

Acuña asevera que el ejercicio
también puede ser generador de cambios en personas fumadoras. La exigencia y el
orgullo de la persona por cumplir con sus metas de controlar el peso o generar
masa muscular lo impulsan a ir adoptando estilos de vida saludables, que
incluye una mejor alimentación y la abstención de fumar y beber.

El instructor recomiendo a los
fumadores comenzar un buen entrenamiento en el gimnasio,
luego de una evaluación física. Con el resultado obtenido el entrenador
diseñará un programa de ejercicios para que la persona desarrolle
progresivamente aspectos que mejoren su condición física y que la motiven a
dejar hábitos que atentan contra su salud integral.




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