AFP
El secretario general de la Organización de Estados Americanos
(OEA), Luis Almagro, volvió a expresar
su preocupación por la situación en Venezuela este jueves en Paraguay al manifestarse conmovido por la situación
de los niños en los hospitales venezolanos que carecen de medicamentos
suficientes para tratarse.
«Lo que siempre pega más duro es la situación humana,
específicamente de la niñez, la salud de los niños que no han podido salir de
los hospitales por falta de medicamentos», expresó a la AFP el jefe de la OEA.
Almagro dijo que el panorama hospitalario en Venezuela «es un golpe muy duro para cualquier
sensibilidad humana».
El excanciller uruguayo, muy crítico del gobierno venezolano
y que ha pedido que se aplique la Carta Democrática en el país, exhortó al presidente Nicolás Maduro a «respetar
a la Asamblea Nacional venezolana, liberar a los presos políticos».
También instó a Maduro a admitir la realización del
referéndum revocatorio, impulsado por la oposición para sustituirlo, «y aplicar las normas internacionales para
asistencia humanitaria, en este caso para abastecer de medicamentos y alimentos».
«Todas son acciones concretas y específicas que hoy
pueden ayudar, que pueden llevar definitivamente a Venezuela a salir de la
crisis», subrayó.
El jefe de la OEA
presidió en Asunción el foro Remdes, el tercer encuentro de ministros y
altas autoridades de Desarrollo Social del continente, donde se debatió el combate a la pobreza y la
extrema pobreza.
Maduro ha tratado a Almagro de “golpista», «agente
de la CIA» y «traidor» a la causa bolivariana. Almagro dijo que
le extrañan dichos conceptos. Fueron colegas cuando eran cancilleres, Almagro
del ex presidente uruguayo José Mujica y Maduro del fallecido mandatario Hugo
Chávez.
Almagro remarcó que fue
el primero en pronunciarse contra cualquier intervención en Venezuela.
Consultado sobre el reciente anuncio de militarización de la producción en Venezuela y si la medida no
podía ser la antesala de un autogolpe, respondió: «No hemos hecho un
análisis todavía sobre esta medida de reorganización interna y su consistencia
con los mecanismos constitucionales».
«Esta medida es
el reconocimiento de la existencia de una crisis muy seria desde el punto de
vista institucional, social y humanitario. Es una medida absolutamente
extrema en procura de administrar una situación de crisis en la cual el
gobierno ha sido incompetente hasta ahora. Es el reconocimiento fáctico de
eso», estimó el secretario general.
