Existe un total hermetismo en torno a las motivaciones del altercado. (Foto Archivo/El Carabobeño)
Felícita Blanco
La hipótesis de la venganza también se maneja en el asesinato de Robert Serra y su asistente María Herrera, en vista de que el escolta Edwin Torres Camacho (21) y el parlamentario sostuvieron un fuerte altercado tres semanas antes de ocurrir el doble homicidio en La Pastora el 1º de octubre.
Existe un total hermetismo en torno a las motivaciones del altercado, pero se supo que el guardaespaldas ofendido decidió darle una lección, buscó a varios delincuentes, entre ellos dos colombianos conocidos como los Caliches, para que le dieran una golpiza y sustrajeran objetos de valor de la residencia que servía también para reuniones políticas y de santería.
A Serra lo someten llegando al inmueble, lo golpean, para obligarlo a abrir una caja fuerte que está en el segundo piso, de donde sustrajeron los fusiles AR15 y M16, además de dinero en bolívares y dólares.
El escolta habría permitido el ingreso de los delincuentes. Dos entraron primero y cuatro después, sin violencia alguna, y no participó en el hecho. Pero trascendió que durante la incursión el escolta se llevó las armas.
La vivienda principal de Serra no estaba en La Pastora, sino en otro lugar de Caracas, y ese inmueble lo utilizaban para reuniones.
El objetivo era robar y golpear al parlamentario, pero “el Colombiano” se enardeció, le propinó varias puñaladas, muchas en el pectoral izquierdo, y una vez consumado el crimen también le quitaron la vida a la asistente para no dejar testigos.
