Litzy Sanz Nava
La paralización del vehículo es el destino final que muchos
conductores de taxis en Puerto Cabello le dan a su principal herramienta de
trabajo. Las causas: la inversión en cauchos supera los 120 mil bolívares, y su
adquisición está supeditada a una larga lista de espera o una kilométrica cola
en un establecimiento.
Cada caucho para autos convencionales oscila entre los 32 y
35 mil bolívares, destacó David Beltrán, taxista del casco central. Si le
explota uno de los neumáticos debe parar su carro, porque ya no cuentan con
cauchos de repuestos. Por esta razón en la capital porteña es común observar
carros montados sobre bloques.
Otros repuestos
La paralización de un vehículo está supeditada también a la
escasez y costo de algunos repuestos básicos. José Martínez, obrero
constructor, destacó que la reparación del comprensor para un Fiat Palio supera
los 60 mil bolívares.
La bomba de gasolina de un Neon Chrysler cuesta Bs 16 mil,
mientras que un sensor para una camioneta Toyota se consigue en ocho mil
bolívares.
Según datos de Asociaciones de Conductores de Taxi en Puerto
Cabello, cada semana salen de servicio dos vehículos como mínimo. Al mes un
promedio de ocho unidades dejan de circular. Esto trae como consecuencia que la
disponibilidad de carros para la prestación del servicio disminuya
notoriamente.