Alfredo
Fermín

Los
últimos resultados de Hidrocentro sobre el agua que se consume en Valencia son
alarmantes, porque contiene 50 por ciento de aluminio por encima de los valores
deseados, lo cual ocasiona problemas neurológicos en los niños y en las
personas de la tercera. Además, ahora le están agregando muy poco cloro por lo
cual el agua es hedionda y un vector de enfermedades hídricas. 

Esta
situación la expone Edison Durán Lucena, del Movimiento por la Calidad del
Agua, quien dejó sus estudios superiores en Estados Unidos, donde tenía un
futuro promisor, para dedicarse a contribuir con el rescate del país sin
participar en movimientos políticos. 

Nuestro
entrevistado es físico, egresado de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la
Universidad de Carabobo. Ganó una beca para estudiar Astrofísca, en la
Universidad de Michigan. Le estaba yendo muy bien en el estudio de los procesos
de explosión de las galaxias, desde el Big Bang que dio origen al espacio del
universo, al tiempo y la materia. 

Las
galaxias cambiaron en sus componentes químicos: Hidrógeno y Helio y crearon
elementos que dieron origen a la vida. Eso es fascinante, pero muy abstracto y
llegué a la conclusión de que sería más útil dedicar mi talento para procurar
el bienestar de Venezuela, por eso me incorporé al Movimiento por la Calidad
del Agua, comenta Durán Lucena, de 31 años. 

– ¿Estás en desacuerdo con los
miles de jóvenes que están emigrando para ejercer en otros países la profesión
que les dio Venezuela?

– Lo que
recomiendo a tantos jóvenes, que se han ido, es que tengan al país siempre
presente para contribuir, de la mejor manera posible, a cambiar nuestra
realidad. Siempre hay un deber con la tierra en la que uno nació. Estés aquí, o
estés afuera, hay que utilizar los recursos que tengamos a nuestra disposición
para ayudar a que las cosas cambien. Porque no podemos esperar la venida del
mesías a cambiar las cosas 

– ¿Qué hiciste a tu regreso?

– Junto
con la incorporación al Movimiento por la Calidad de Agua colaboro con el
Observatorio Venezolano de Presiones, que tiene que ver con los derechos
humanos y con Transparencia Venezuela cuya meta es la lucha contra la
corrupción. 

– ¿Cuál es la realidad de la
mala calidad del agua en Carabobo y parte de los estados Aragua y Cojedes?

– Desde
hace seis años venimos denunciando un problema que tiene su foco en el embalse
Pao-Cachinche que tiene sus fuentes de abastecimiento no aptas para el consumo
de más de tres millones de personas, por el mal procesamiento de las aguas
residuales vertidas en el embalse sin que se tomen medidas correctivas. 

El
riesgo es cada vez mayor para la población. Hemos presentado proyectos ante el
Tribunal Supremo de Justicia y organismos internacionales, lo que ha ocasionado
polémicas y hasta amenazas de encarcelamiento a los que denunciamos el
problema. La Asamblea Nacional y el Banco Interamericano de Desarrollo
acordaron créditos y estamos peor que nunca. 

– ¿Por qué?

– Los
últimos resultados de Hidrocentro reflejan valores alarmantes. El aluminio está
presente, en el agua que consumimos, en 50 por ciento, por encima de los
valores deseables. Esto es gravísimo. El aluminio tiene efectos neurológicos
negativos en los niños y en las personas de la tercera edad porque es un
neurotóxico que genera intoxicaciones. Este año, se ha registrado el valor más
alto en la historia: 0,91 miligramo por litro. 

Otro de
los problemas, que siempre hemos advertido, es el mal olor de las aguas con
sedimentos que son un vector de enfermedades hídricas. 

– ¿Es cierto que ahora
Hidrocentro no le agrega suficiente cloro al agua?

– Hace
años denunciamos que el agua tenía demasiado cloro que generaba ardor, picazón,
inflación de las vías respiratorias. Ahora, el caso es contrario: el agua está
saliendo sin cloro. Esto es alarmante porque no se está garantizando la calidad
bacteriológica para impedir enfermedades hídricas. 

El color
del agua es un indicador de contaminación, que está muy por encima del valor
deseable, que debería ser cinco unidades de platino cobalto y estamos en 21,43
unidades. 

– ¿Qué se hicieron los recursos
asignados para resolver este problema?

– Lo
grave de todo esto es que, para tratar de resolver el problema se han asignado
más de 20 mil millones de bolívares, en los tres últimos años a través de
créditos adicionales de la Asamblea Nacional y más 250 millones de dólares por
organismos internacionales y el problema sigue empeorando. 

No
obstante no hay información de ejecución, no hay mejoras en las plantas y, las
cifras oficiales, revelan que la situación es cada vez más crítica. 

– ¿Han tenido problemas por
denunciar estas irregularidades?

– El
presidente Chávez ordenó una averiguación porque estábamos investigando la mala
calidad del agua. Al día siguiente la fiscal General de la República, Luisa
Ortega Díaz, amenazó con que podíamos ir presos, durante tres años, por estar
generando zozobra en la población. Nosotros fuimos al Ministerio Público y
presentamos las pruebas de la calidad del agua en Carabobo, para que nos
investigaran y eso quedó allí. 

– ¿Cuáles son los casos con más
irregularidades detectados en Carabobo por Transparencia Venezuela ?

– En
Carabobo hemos identificado diez grandes casos donde no necesariamente hay
corrupción pero es probable que la haya. Entre esos casos está la construcción
del estadio para el equipo Magallanes, anunciado por el Presidente de la
República con aprobación de los recursos. Sin embargo, nunca hubo planos pues
los que se presentaron es un plagio de un estadio en Corea del Sur. 

Al
ferrocarril se le han invertido más de 1.800 millones de dólares, por lo cual
debió estar listo a mediados de 2012 y todavía no han hecho las primeras
pruebas 

No se
sabe cuáles son las asignaciones para la Misión Vivienda. Tenemos casos
reportados de personas que después de esperar cinco años, les entregan sus
casas y luego del show mediático por televisión se las quitan. 

Tenemos
el caso de la construcción del nuevo terminal de contenedores de Puerto
Cabello, para lo cual se firmó un contrato con una empresa china por 520 millones
de dólares y a pesar de que eso se hizo en 2011, a la fecha no se sabe cuál es
el estado de esa obra. 

Otros
grandes proyectos como la ejecución del nuevo penal de Carabobo, que iba a ser
una cárcel modelo que estaría lista en mayo de este año, a la fecha no se ha
hecho nada. 

Del
Metro de Valencia, al que se le han asignado 1.720 millones de dólares, solo se
han concluido dos de las seis líneas que estaban prometidas, y cuando se
pusieron en funcionamiento no estaban completadas. 

Vivimos
en una situación donde se impide que se conozca cómo se invierten los recursos,
lo que facilita casos de corrupción que quedan impunes.




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