Felícita Blanco

El mensajero motorizado Yilber Enrique Peña Sierra (19)
murió en el hospital Domingo Luciani, de El Llanito, tras recibir un disparo en
el cuello
cuando regresaba a su residencia en el barrio La Palomera de Baruta.

Peña se encontraba de reposo porque hace dos meses se
fracturó la pierna derecha
en un accidente de tránsito. Le habían hecho una
primera operación, le colocaron un tutor, tenía la herida abierta y estaba en
trámites para someterse a la segunda intervención en la que le llevarían la
tibia a su sitio.

El martes regresaba de la clínica Félix Boada y en las
escaleras de la calle Ricaurte, a 50 metros de su vivienda, lo interceptaron y
le dispararon.

Los vecinos vieron a un grupo de siete hombres, quizás
intentaron asaltarlo y sin mediar palabra le dispararon. Moradores del barrio
lo llevaron al hospital de El Llanito y luego le avisaron a su padre, Yilber
Peña, quien se trasladó al centro asistencial.

Al parecer no aguantó la operación, había perdido mucha
sangre.

Peña se graduó de bachiller y no pudo seguir estudiando
porque debió ponerse a trabajar para mantener a su hijo que tiene un año. Su
padre dijo que la Ricaurte es una calle ciega, donde nunca había ocurrido un
hecho similar. «Es una zona tranquila», dijo.

En el hospital se desapareció el tutor que llevaba Peña
en su pierna derecha, que costó 180 mil bolívares y nadie se hizo responsable.

La víctima era el segundo de seis hijos. Su hermano
mayor, Kevin Giovanny Peña Sierra (20) era mecánico de motos y lo mataron hace
nueve meses en la carretera vieja de Las Minas de Baruta, para robarle su moto
Empire Horse, color negro.

Hasta este viernes 17 habían sido ingresados 261 cadáveres
a la morgue de Bello Monte en junio.

Al obrero de la construcción William José Carrasco
Cardozo (41) lo mataron de seis tiros en el pecho, cuando estaba en la puerta
de su casa en Pinto Salinas. Minutos antes sostuvo una discusión con un sujeto
y sospechan que este le quitó la vida.

En la avenida intercomunal de Antímano abandonaron el
cuerpo sin vida de Keivy Jiménez (22), tras despojarlo de su moto con la que
trabajaba en una línea de mototaxistas en El Silencio.

Jiménez salió el lunes en la noche a hacer una carrerita
y no volvió. Un funcionario del Cicpc llamó a la familia desde el celular de la
víctima para indicarles que acudieran a la morgue.

Su tío Walter Jiménez dijo que Keivy vivía en El
Silencio, dejó un niño de 5 años y a la esposa embarazada.




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