Sara Pacheco

Más de siete días pasaron los habitantes de la urbanización El Vivero, parroquia Santa Rosa, sin poder usar una de las entradas. El agua, que pasó en cuestión de horas, de un color amarillento a un verde vivo, emanaba olores tan fuertes, que era imposible para los comercios cercanos mantenerse abiertos durante toda la jornada. 

El problema cesó luego de la llegada de la Hidrológica del Centro. A través de un hidrojet, y varios días de labor, reabrieron el paso. Hoy en día, el tramo una vez convertido en una extensión del Lago de Valencia, no muestra vestigios de suciedad. La verdadera molestia que aún preocupa a los habitantes se mantiene a tan solo unos metros de distancia. 

En la calle Infante se abrió el asfalto en dos, dejando entrever las tuberías que estaban colapsadas. Residentes aseguraron que luego de la visita el desbordamiento cesó. Sin embargo, el trabajo dejó huellas, recordando los sitios exactos donde fueron revisadas. A pesar de que se tapó con tierra y escombros, el asfaltado no ha llegado. 

Entre ocho meses y un año tiene eso así”, explicó un vecino que trabajaba dentro de su vivienda. Sin ofrecer muchos detalles solo espetó que el problema había regresado. De acuerdo a Antonio Zambrano, habitante, un día antes de la entrevista, las aguas negras comenzaron nuevamente a desplazarse por el sector. 

Se está empozando y ahora tenemos lo del zika. Eso es un foco grave, explicó mientras mostraba los pequeños pozos llenos de líquido espeso verdoso. Es una doble tanda: calles sin asfaltar y cloacas. 

Cancha Sin Color Pero Con Basura

El final de la calle Infante lo limita la presencia de una cancha de baloncesto. Se distingue por el mal estado de las instalaciones. Falta pintura y mallas en las cestas. De acuerdo a Antonio los reflectores funcionan a la perfección, pero el nivel de la vegetación lo mantienen los vecinos. “Eso no tiene monte porque nosotros pagamos máquinas para que los vengan a cortar”. No obstante, los alrededores se mantienen con gran cantidad de desechos alrededor, aspecto que no pueden controlar. Otros vecinos denunciaron la presencia de jóvenes en actitud sospechosa cuando cae la noche. Necesitan apoyo de organismos de seguridad.




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