La decisión de matar a un hombre había sido tomada y varios hampones fueron buscados para atacarlo a tiros.
Así fue como las balas retumbaron, la tarde del lunes, en la clínica
Falcón, de Maracaibo. Los planes tomaron otro curso. El hombre, hasta el cierre
de esta edición, estaba siendo intervenido.
En la institución médica todo era confusión. No se sabe con
precisión cómo los pistoleros entraron y
subieron al tercer piso, sección C, para
cometer el atentado.
Al herido lo identificaron, extraoficialmente, como Orlando
Domínguez. Primero se dijo que era
“comerciante”, luego, “un
comisionado” de la Policía Nacional
Bolivariana (PNB) y que había venido desde Caracas. Más tarde comentaron que
era “asesor jurídico de ese cuerpo policial”.
Un acompañante del
tiroteado quiso repeler la acción y también fue alcanzado por las balas. En
minutos la noticia corrió por la ciudad y comisiones policiales se acercaron a
la “Falcón”.
Domínguez, según comentaban anoche en la clínica, “recibió
tiros en el abdomen, piernas y zona intercostal izquierda”.
Su acompañante y
“escolta” es oficial del Cpbez y dijeron que se llamaba Héctor Quinteros. Las
balas le impactaron en una de sus piernas.
Transcurrían los minutos y más policías se acercaban a la
clínica. Llegaron comisiones del Cpbez, PNB,
Cicpc y Polimaracaibo. Hacia las 9:00 de la noche otra versión hacía
referencia a que Domínguez “la mañana de este lunes había sido sometido a una
intervención bariátrica (bypass gástrico)” y que estaba convaleciente cuando
fue atacado a tiros.
De los gatilleros se llegó a comentar que eran 4. Al parecer,
a un par de hampones los vieron bajar las escaleras y que a uno de ellos se le
cayó una gorra, que quedó en manos de las autoridades que investigan este
suceso.
Los pistoleros serían “chamitos”. “Huyeron por la
emergencia”, se rumoraba la noche de
este lunes.
“El sonido de los tiros fue horrible, como de metralleta... fueron como 50... parecía
una película”, decía un hombre al frente del establecimiento médico. (LSN)
Con información de
Panorama.