Sara Pacheco

Alfredo Avilán estaba haciendo la cola, pero no sabía con certeza el monto que pagaría. Desde Paraparal, municipio Los Guayos, se trasladó a la Zona Industrial Norte, donde está un conocido llenadero de gas. Compraría dos bombonas de 10 kilos para su casa. Llegó al sitio a las 6:30 de la mañana, rutina que cumple cuando está libre en el trabajo pues nunca realizó contrato con alguna empresa que presta servicio a domicilio.

Alfredo admitió que cuando llega su turno, debe aportar más del precio establecido. El extra viene siendo la “propina” a los conductores y trabajadores de los camiones, que a pesar de llenarlos a escasos metros, exigen “pa’ los frescos”. La inflación cerró en 180% en 2015, según tabuladores internacionales este año podría rozar el 700%, así que no le importaba mucho depositar algo más porque “cinco bolívares no son nada”.

(Foto/Saúl Zerpa)

A partir del primero de julio se registró un aumento de hasta tres mil por ciento en el pago de este servicio. Antes de la fecha, el costo se mantenía en cilindro de 10 kilos, 5 bolívares. Cilindro de 18 kilos en 10. Cilindro 27 kilos en 15 y de 43 en 20. Ahora la presentación más pequeña tendrá un valor de 50, la bombona de 18 kilos en 250, la siguiente versión 380 y la más grande, de 43, en 600, toda esta información fue publicada a través de las redes sociales de Gas Comunal. Desde noviembre del año 2013, no se realizaba ajuste del precio del Gas Licuado de Petróleo (GLP) para uso doméstico por parte del Ministerio de Petróleo y Minería.

El precio no preocupó a Alfredo, le preocupó la nueva propina. Pero Héctor Díaz si tiene contrato con una empresa. Hasta hace cuatro años recibía el GLP en la puerta de su casa. Ya no. Sin explicación o preaviso, el servicio dejó de prestarse en su residencia, ubicada en Flor Amarillo. Desde entonces madruga en los llenaderos. A las siete de la mañana llegó. Fue atendido a las 10, lo que significó esperar hasta pasado el mediodía para retirar su bombona.

(Foto/Saúl Zerpa)

Mira yo prefiero venir porque ya no llega a mi casa y de verdad no quiero pagar de más a los de camiones. la gente se acostumbró a hacer la cola para todo. Toca”, expresó.Sin embargo criticó que ya no cambian los envases. Ahora no importa que tan oxidado esté, solo prestan el servicio de llenar. “Es que ya ni para eso hay material”, opinó una señora en la fila.

Quienes tienen la posibilidad de acudir a este tipo de lugares, prefieren hacerlo, pero otra parte de la población no tiene cómo transportar sus bombonas. Así que continúan «mojando la mano» de los trabajadores de camiones para que no dejen de llevar el servicio a su comunidad, claro está algunos sectores aún se organizan y piden el beneficio.

 (Foto/Saúl Zerpa)

“Denuncia el sobreprecio y derrota la especulación”, describe el cartel con los nuevos precios de gas comunal, que muestra una línea gratuita donde llamar ante alguna irregularidad. A Mayela Martín no le han atendido a pesar de que ha intentado llamar desde hace semanas. Mayela llenó tres cilindros de 10 kilos en 400 bolívares cada uno.




Estimado lector: El Diario El Carabobeño es defensor de los valores democráticos y de la comunicación libre y plural, por lo que los invitamos a emitir sus comentarios con respeto. No está permitida la publicación de mensajes violentos, ofensivos, difamatorios o que infrinjan lo estipulado en el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad en Radio, TV y Medios Electrónicos. Nos reservamos el derecho a eliminar los mensajes que incumplan esta normativa y serán suprimidos del portal los contenidos que violen la Constitución y las leyes.