Marianela
Ágreda Armas
La
tasa de embarazos aumentó en Aragua. La escasez de anticonceptivos propició los
embarazos no deseados. Las consecuencias se observarán en el aumento de la tasa
de natalidad en el país, pero hasta ahora nada que se normaliza la llegada de
las píldoras a la farmacias de la entidad.
Dulce
María Blanco de Figallo, presidenta del Colegio de Farmaceutas de Aragua, es
propietaria de una farmacia en Campo Alegre, al sur de Maracay. El sector es
una de las zonas de bajos recursos en la capital aragüeña. “Aquí, en este
sector, la tasa de embarazo aumentó al
menos en 50% y la situación se repite en todo el país”, aseguró la dirigente
gremial.
Aunque
intenta dar asesoría a los pacientes o clientes de su farmacia, vio con
preocupación la cantidad de embarazadas de la comunidad que recurren al establecimiento,
y de jóvenes que llegan a pedir la pastilla de emergencia. «Tampoco hay,
eso está agotado”. Dijo que la situación se complica porque tampoco hay
vitaminas para embarazadas, fórmulas para lactantes ni pañales. Los
preservativos muy poco se consiguen.
Blanco
de Fígallo denunció que el Sistema de Administración de Medicamentos (Siamed)
es un programa que no va a funcionar como prevé el Ejecutivo nacional. “Al
menos en mi farmacia nadie se inscribió”. Los pacientes le refieren que no
pueden esperar que los llamen para informarles que un determinado medicamento
llegó al establecimiento. Deben buscarlo bajo cielo y tierra. “Eso no va a
funcionar porque esto es un problema de divisas, si no hay divisas, no hay
medicamentos”.
