Ellos se niegan a quedar sin empleo de manera forzosa. (Foto Ángel Chacón)
Dayrí Blanco
Como todos los días a las 6 a.m. llegaron a su sitio de trabajo. Pero el lunes no pudieron entrar. Cadenas, candados y nuevo personal de vigilancia se los impidió. En la puerta principal de la empresa, un aviso les informó que Suramericana de Soplados no funcionará más en el país. La baja producción no se los permite. De esta manera sorpresiva se quedaron sin trabajo.
Yepsi Rodríguez, secretaria general del sindicato, explicó que 23 personas tienen un futuro laboral incierto. En el comunicado que se podía leer la mañana del lunes en la entrada de la fábrica, se les detallaba que las liquidaciones de sus respectivos contratos están siendo consignadas en los Tribunales de Trabajo de Valencia.
Pero ellos se niegan a quedar sin empleo de manera forzosa. Intentaron comunicarse con el apoderado legal de la empresa, Luis Subero, pero no los atendió. Tampoco declaró a la prensa. “El gerente no está. Nadie da la cara. Es un abandono de parte del patrono”.