AP/EFE
El Barcelona ganó 0-2 al Real
Betis sin brillantez y con un discreto partido, aunque no pasó apuros para
retener el liderato en su lucha por la Liga con el Atlético y el Real Madrid,
frente a un equipo verdiblanco que jugó casi una hora con diez por la expulsión
del alemán Westermann en el minuto 35.
Los barcelonistas estuvieron muy
espesos y sin chispa alguna en la primera mitad, en la que casi no crearon
ocasiones claras, pero en la segunda, con superioridad numérica, mejoraron y se
adelantaron a los cinco minutos por medio de Rakitic, tras lo que el uruguayo
Luis Suárez amarró un valioso triunfo con el 0-2 a nueve del final.
El Barcelona se lo jugaba todo en su visita al estadio del Betis, al
que saltó sabiendo que sus perseguidores en la pugna por el título de Liga,
Atlético y Real Madrid, habían ganado antes sus partidos, lo que le obligaba a
no fallar ante un conjunto verdiblanco ya virtualmente salvado.
El astro argentino Lionel Messi
asistió en los dos tantos del Barsa, el primero de Ivan Rakitic (50) y el
segundo del uruguayo Luis Suárez (81), quien lidera la tabla de máximo
cañoneros con 35 goles, cuatro más que Cristiano.
La mala noticia para el cuadro
azulgrana, que jugó más de una hora con superioridad numérica, fue la lesión
del arquero chileno Claudio Bravo a poco del final.
El Barsa jugó un mal partido y
apenas inquietó al Betis en un zapatazo de Neymar antes del descanso, que
alcanzó con ventaja numérica por la expulsión del local Heiko Westermann, tras recibir
dos tarjetas amarillas.
Los béticos, que habían
inquietado a Bravo con un disparo de Rubén Castro y un cabezazo de Bruno
González, apenas merodearon el arco azulgrana en la segunda parte, y el Barsa
aprovechó su superioridad para desnivelar por vía de Rakitic, recolector de un
pase bombeado de Messi que derivó en despeje fallido del argentino Germán
Pezzella.
«La Pulga» volvió a
ejercer de facilitador en primorosa asistencia a Suárez que el uruguayo
estrelló en el arquero con todo a favor. Insistente en la activación de su
compañero, al astro rosarino solo le faltó poner lazo dorado a su siguiente
pase a la espalda de la defensa, que el charrúa finalmente convirtió con la
diestra.
