Jenny Sánchez Petit
La mayoría de las calles céntricas de Bejuma se han convertido en un mercado al aire libre. La crisis económica que atraviesa el país, la falta empleo y la búsqueda de un dinero extra para llevar al hogar, ha motivado a personas a establecer puestos de venta.
Amas de casa y la colectividad en general, pueden ir comprando los productos y alimentos que requieren para los hogares. La mayoría de las ventas son de productos del campo.
Omar Pinto, un consumidor, manifestó que a pesar de que existe una variedad de vendedores, no son muchas las ofertas que hay, ya que incluso los buhoneros venden los productos a altos precios, lo que obliga a la gente a comprar en menor cantidad.
Pinto comentó que no es posible que en una venta callejera un kilo de ajoporro o cebollín lo estén vendiendo en 3 mil bolívares. “Me parece una gran exageración, casi un atentado en contra del bolsillo de las familias que aquí habitamos”.
Eleazar Díaz manifestó que la municipalidad debe reglamentar este tipo de ventas, en vista de que al permitirle a todas las personas hacer y vender lo que quieran, al final la colectividad se verá afectada, ya que se volverá un caos y será difícil después desalojarlos de donde están.
Indicó que está consciente de la realidad del país, pero que también hay que poner orden en la vida cotidiana de una comunidad, porque de lo contrario todo se volverá un relajo.
