El agua servida se extiende por varias calles. (Foto Angel Chacón)
Sara Pacheco
“Aquí la gente tiene que saltar como los sapos”, expresó Alfredo Guevara, comerciante. Desde hace más de un año un intermitente brote de aguas negras afecta a vecinos y trabajadores de la parroquia Candelaria.- El flujo constante prácticamente imposibilita el paso peatonal, extendiéndose por tres calles.
En la avenida Escalona con calle Rangel los carros deben ir con cuidado. Quienes están horas en el sitio manifestaron sufrir dolencias en el área de la garganta por el fuerte olor, tal es el caso de Guevara.
«Hemos llamado a Hidrocentro pero no dan respuesta», manifestó el comerciante. Camiones han llegado al área con mangueras a destapar la tubería, pero de acuerdo a Guevara, vuelve el problema en pocos días.