EFE
La
Policía boliviana capturó este sábado en el este del país a un minero señalado
como uno de los principales sospechosos de la tortura y asesinato del
viceministro Rodolfo Illanes, informó una fuente oficial.
El
detenido es Ever Jhonny Carvajal Pelaez, alias "el Cano", quien tiene
antecedentes penales por atraco, robo de minerales y consumo de drogas,
según un comunicado difundido por el Ministerio de Gobierno (Interior).
Carvajal fue capturado esta madrugada en la vivienda de un familiar
en la localidad de Postrervalle, a 240 kilómetros de la ciudad de Santa
Cruz (este), señaló el ministro de Gobierno, Carlos Romero.
La captura se realizó bajo el mecanismo legal de "acción directa", es decir, sin intervención de la Fiscalía.
El hombre, que pertenecía a la cooperativa minera Siglo XX, fue
identificado por otro involucrado en el crimen como uno de los
principales sospechosos del asesinato del viceministro Illanes.
Según Romero, Carvajal aparece junto a Illanes en uno de los vídeos
difundidos por los medios de comunicación y redes sociales que muestran a
la autoridad en manos de sus captores horas antes de ser asesinado.
Él "fue quien golpeó con un palo y agredió persistentemente al viceministro Illanes", agregó la autoridad.
También se le sindica de haber hurtado un chaleco antibalas que se encontraba en el vehículo de Illanes.
Hasta antes de la captura de Carvajal eran once los mineros imputados dentro de las investigaciones por el suceso.
Romero informó que aún son buscadas otras tres personas relacionadas de manera directa con el suceso.
El viceministro Illanes fue secuestrado, torturado y asesinado a
golpes el pasado 25 de agosto por los mineros de cooperativas que
bloqueaban una carretera a 180 kilómetros de La Paz.
Illanes
fue al lugar para intentar un acercamiento con los manifestantes que se
oponían a una ley que permite la creación de sindicatos en las
cooperativas por considerarla perjudicial para el funcionamiento de esas
organizaciones.
El conflicto también se saldó con las muertes
de cuatro mineros por heridas de bala sufridas durante las operaciones
policiales para desbloquear las carreteras, y de un quinto por una mala
manipulación de explosivos.