Luis Alejandro Borrero | @LABC7

Seis cadáveres en nueve meses. Algunos con signos de estrangulamiento, disparos y otros incluso con quemaduras y maniatados. Todos aparecen flotando. La Planta de Tratamiento de Aguas Residuales La Mariposa, a 11 kilómetros al suroeste de Valencia, se ha convertido en un cementerio y receptor de cadáveres humanos y animales. Su abandono lo ha propiciado todo.

En la entrada de La Mariposa hay una cámara de desbaste. Lo que hace es separar, a través de una compuerta de rejillas, los sólidos grandes del agua que pasará a los estanques donde debería ser depurada el agua. Pero La Mariposa está abandonada desde mediados de 2015: sin vigilancia y dejando a los operadores a merced del hampa. Las rejillas de la cámara están rotas, permitiendo el ingreso indiscriminado de objetos a la planta.

Rejillas rotas de la cámara de desbaste (separación de sólidos) (Foto Rafael Freites)

La instalación fue inaugurada en 1989. Es la encargada de procesar las aguas negras de los municipios Valencia, Naguanagua y Libertador, que para 2016 albergan un millón 279 mil personas. Los cinco mil 600 litros por segundo llegan a través de la red de tuberías de cinco mil kilómetros.

En el Ejecutivo se desmiente que La Mariposa esté en ese estado. La Compañía Anónima Hidrológica del Centro (Hidrocentro) definió en enero —durante una interpelación en la Asamblea Nacional— que La Mariposa no estaba abandonada, sino que había una “disminución de operaciones”. Y que sus aguas, vertidas en el río Paíto, tardaban tres meses en llegar al embalse Pao-Cachinche, tiempo suficiente para oxidar toda la materia orgánica proveniente de La Mariposa producto de su inoperatividad.

La aparición de cadáveres en La Mariposa no es nueva. Durante gran parte de la década de los 2000, una fuente que trabajó allí comentó a El Carabobeño que era normal que perros muertos y cerdos aparecieran. Incluso algo más grotesco: era habitual la aparición de fetos humanos, de mujeres que abortaban y echaban a las alcantarillas las criaturas. Ahora, como la cámara de desbaste no sirve, todo termina flotando en los estanques.


Camionetas del cuerpo forense de investigaciones entran a La Mariposa a retirar cadáveres. (Foto Rafael Freites)

Se prevé una rehabilitación en La Mariposa. El presupuesto del anteproyecto es de cuatro millones de dólares. Se estima finalizar los trabajos en cuatro años, según documentos públicos de Hidrocentro. El desembolso lo hace la Corporación Andina de Fomento, como parte de una partida de 125,5 millones de dólares aprobados para la planta. Pero hasta entonces el agua terminará saliendo de allí sin depurar, violando la Ley Penal del Ambiente, y haciendo que agua con restos de cadáveres lleguen al embalse Pao-Cachinche, principal fuente de agua para consumo humano de Carabobo.

Así sale el agua de la Planta La Mariposa hacia el embalse Pao-Cachinche. (Foto Rafael Freites)




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