Es un acto de fe que va mucho más allá de cubrir una imagen. (Foto Archivo/El Carabobeño)
AVN
Heredó la gran responsabilidad a raíz de la muerte de su madre en 1990 y partir de aquel momento no ha dejado de afrontarla con devoción. Doña Cecilia Mata es la encargada, desde hace un cuarto de siglo, de vestir a la Virgen del Valle en cada celebración de su coronación canónica.
«Mi mamá estuvo 50 años realizando esta actividad y yo comencé a asistir a El Valle del Espíritu Santo desde muy temprano para ayudarla en el arreglo de la Virgen», rememoró esta margariteña de origen humilde con una sólida formación religiosa, única hembra de cinco hermanos.
Para Doña Cecilia, el encargo de engalanar a la Patrona de Oriente es un acto de fe que va mucho más allá de cubrir una imagen.
«Vestirla a ella es el regalo más grande que Dios me ha dado. Es un privilegio enorme, porque estoy prestándole un servicio a la Madre de Dios», expresó con emoción.
Cada año, Doña Cecilia entrega los patrones de lo que será el vestido de la Virgen del Valle a quienes han mostrado la disposición de elaborarlo.
«Yo me encargo de dar todas las especificaciones de manera que todos los trajes tengan la oportunidad de ser utilizados alguna vez. Cualquier persona puede elaborar un traje mientras sepa coser, no hay limitaciones. A veces vienen tantos trajes que la Virgen no puede usarlos todos en un mismo año. Este año usará uno elaborado en 2011. Todos se van guardando para que ella los use», explicó.
Este 8 de septiembre de 2014, cuando se celebran los 103 años de la coronación canónica, la Virgen del Valle luce un vestido de tela aterciopelado de color blanco crema, con aplicaciones en piedra, cristales y perlas.
El acto central se celebró como siempre en la explanada de El Valle del Espíritu Santo, luego de una procesión que salió desde la Basílica Menor Nuestra Señora del Valle en el municipio García del estado Nueva Esparta.
