González murió con tan solo 5 años. (Foto Archivo/El Carabobeño)
El 1° de diciembre se cumplieron tres años de la lamentable muerte del niño Dayan González, un abominable crimen ocurrido en Guanare que encendió las alarmas sobre las cifras de maltratos y torturas contra niños y adolescentes.
La organización de derechos humanos de la niñez y adolescencia Cecodap recordó la fecha en un comunicado enviado a los medios de comunicación, en el que advierte la cantidad de infanticidios ocurridos en los últimos años: 16 en 2012, 26 en 2013 y 22 en el primer semestre de este año.
González murió a los 5 años a causa de los maltratos y torturas de las personas que tendrían que haberle garantizado la vida y su protección, sentencia Cecodap.
La organización lamentó que muchas personas “expresaron que sabían que el niño era víctima de la violencia y abusos por los morados y cicatrices que mostraban su cuerpo. El silencio cómplice se encontró entre los principales culpables en el homicidio del ‘niño de Guanare’, como lo llamó mucha gente”.
Cecodap recuerda que la muerte de Dayan es un hecho que no puede olvidarse, porque se trata de un flagelo que no ha finalizado. “Otros Dayan siguen sufriendo en silencio”, subraya Fernando Pereira, coordinador general.
En ese sentido, Cecodap coincide y apoya las solicitudes del Comité de los Derechos del Niño de la Organización de las Naciones Unidas sobre la urgencia de que el Estado venezolano “investigue de manera activa los casos de abuso y explotación sexual, procese a los responsables, imponga a los culpables sanciones apropiadas, y proteja adecuadamente, rehabilite y compense a las víctimas”;
Exije además que se fortalezcan los servicios, incluidos los servicios forenses, en relación con la protección de los derechos de los niños víctimas de abuso y explotación sexual, proporcionando personal especializado entrenado con regularidad, protocolos, infraestructura y equipos técnicos cuando sea necesario.
Además solicitó a las autoridades asegurar el desarrollo de programas y políticas de prevención, recuperación y reinserción social de los niños víctimas; y realizar acciones de sensibilización y actividades educativas para prevenir la explotación sexual y el abuso y proteger a los niños víctimas de los mismos. (MC)
