Los precios de nueces y avellanas bajaron pero las ventas no se han activado. (Foto Carlos Andrés Pérez)
Dayrí Blanco
La mesa para la cena de fin de año lucirá distinta en casa de Magali Vargas. No habrá manzanas, ni las creativas cestas de melón en las que servía las uvas que esta vez no serán importadas. Las nueces y avellanas también estarán ausentes. Los altos precios de la temporada están en contra del presupuesto familiar.
Conforme pasan las horas se debe pagar más. A comienzos de semana costaba 100 bolívares menos las uvas que ahora se ofrecen en 300 el kilo de las nacionales, 350 las amarillas y 700 bolívares las importadas.
A Lorena Morón se le vio en un puesto en la calle Comercio contando la cantidad exacta que ella y su familia se comerán con las 12 campanadas. Este año es un lujo hasta comprar 100 gramos adicionales.
Todo se traduce en una caída importante en las ventas. En víspera de año nuevo Emilo Cañizales suele vender hasta 50 cajas entre importadas y nacionales. Esta vez aun tiene en inventario el excedente de las 20 cajas que le llevó el proveedor el fin de semana.
Para evitar quedarse con la mercancía sin vender, los precios de algunos productos fueron bajados de forma considerable. El kilo de nueces que fue vendido para Navidad en mil 700 bolívares se redujo a 300. Y las avellanas pasaron de mil a 240. Otilio Avendaño explicó que pese a tomar esa medida las ventas no se han levantado.
En Nochevieja, familias como las de Miriam Ortega tendrán severas restricciones. A ella solo le alcanzó el dinero para preparar hallacas en Navidad, así que la cena se limitará a la ensalada de gallina y pan de jamón. Tampoco tendrán pernil ni asado. En su casa se sentarán en la mesa ocho personas y se debe invertir alrededor de mil 500 bolívares en la compra de una pieza de pernil o asado, sin incluir los ingredientes para su relleno y preparación.
Los tradicionales dulces de lechosa y de higos estarán ausentes. Los gastos este año se redujeron a lo más necesario.
