Gerardo Rangel

Cientos de personas permanecieron durante todo el día en las inmediaciones del  automercado San Diego de la avenida Bolívar  a la espera de los productos regulados.

Después de ocho horas en cola, llegó un camión cargado de pasta y harina de maíz. La noticia se regó entre los ciudadanos quienes abarrotaron las cercanías del establecimiento con la esperanza de comprar.

Carlos Vivanco se encontraba desde la mañana en la cola “para poder comprar falte a mi trabajo y perdí un bono de asistencia pero, cómo hago en mi casa no hay nada para comer”, lamentó.

Carmen Valero no encontró con quien dejar a su hijo,  por esta razón  pasó todo el día con el niño a pesar que sufre de convulciones. “No es justo tengo los informes médicos del niño y ni siquiera por eso pude entrar a comprar  me toca seguir en la cola”.

Un  grupo de soldados custodiaban la entrada y controlaron la cola, la cual se dividió en tercera edad, general y funcionarios públicos. Las personas pudieron comprar cuatro paquetes de harina de maíz y cuatro de pasta corta por un precio de 850 Bolívares. Los ánimos se caldearon al llegar las tarde debido a la desesperación para poder llevar  los tan apreciados productos.




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