Alejandro Villalobos
«Maduro culpable del hambre». La pancarta más grande que se ve frente al centro comercial profesional Avenida Bolívar, sobre esta transitada vía, a las 8:00 de la mañana, se puede leer desde la cola para comprar alimentos al otro lado del pavimento. Son pocos los que protestan, pero a diario salen a la calle para mostrar su descontento y tratar de ganar adeptos.
A veces están en el Camoruco, frente a Farmatodo; otras frente al Bicentenario. Generalmente alguna mujer grita que ya Venezuela está peor que Cuba, que no hay qué comer.
Quienes realizan estas protestas son anónimos, no llevan consigo colores políticos, no parecen ser parte de ningún gremio. No detienen el tráfico vehicular, ni queman cauchos. No guarimbean. Están parados en las aceras o las islas de las avenidas sin hacer nada más que llevar el mensaje, más allá de las pancartas.